Un embarazo a 10.000 km de España

maternidad-seguraMuchos españoles recurren a los llamados «vientres de alquiler» para ser padres. La gestación subrogada, que es como se llama, no está permitida en España. Estados Unidos, India, Rusia o México son las alternativas más frecuentes

“Cuando tenía 15 años me detectaron una malformación en el útero y tuvieron que quitármelo, aunque me dejaron los ovarios. Ya me advirtieron en ese momento de que para ser madre solo tenía dos opciones: la gestación subrogada o conocida más entonces como ‘vientre de alquiler’ y la adopción”, relata a RTVE.es Carla Vidal, de 34 años y madre de un niño de dos años.

Así que cuando conoció a su marido Ramón Spa y decidieron formar una familia, se fueron a Estados Unidos para hacer realidad su sueño, porque en España no se permite la gestación subrogada, técnica de reproducción asistida que está permitida y perfectamente regulada en aquel país.

En total viajaron tres veces a Estados Unidos: una para dejar los óvulos de Carla y el semen de Ramón, otra para acompañar a la gestante a una consulta médica rutinaria del embarazo y una última para recoger a su hijo que nació en abril de 2012. Dada la buena experiencia, >no descartan repetir en unos dos años, cuando consigan reunir el dinero que se precisa.

Buscando un hijo fuera de España

Cada año decenas de parejas que quieren tener un hijo y que no pueden de manera natural o con técnicas de reproducción asistida legales en España acuden a países donde está permitida la gestación subrogada -o más popularmente conocida como «vientre de alquiler»-.

Las familias que recurren a este método defienden que no se denomine «vientre de alquiler» porque ellos «no alquilan ningún vientre», sino que «subrogan el embarazo a una mujer que dona su capacidad de gestar un embrión».

Estados Unidos es el destino más frecuente –es el país donde se tiene constancia que llevan más de 30 años haciéndolo-, pero también el más caro porque la sanidad es privada. Según las tarifas que aparecen en las webs de agencias que lo gestionan, una gestación por sustitución en este país asciende a 100.000 como mínimo y si no surgen complicaciones médicas que elevarían el precio.

Los despachos de abogados especializados en estos temas VAE y Subrogalia apuntan a RTVE.es que otras opciones más económicas son México, Rusia, Ucrania, Georgia, Kazajistán y Tailandia. Y hasta hace pocos meses, también la India, pero ya no es posible porque solo lo permite si en el país de origen está legalizado.

No todos ofrecen las mismas garantías legales ni permiten recurrir a este método a parejas homosexuales o personas solteras. Por eso, «los precios oscilan entre los 35.000-40.000 euros de Tailandia hasta los más de 100.000 euros de Estados Unidos», explica Diego Sánchez, director de Subrogalia.

Solo en EE.UU. se reconoce la filiación de los dos padres intencionales –como se llama a los que recurren a una gestante- y se hace por sentencia judicial. En el resto de países, solo se reconoce como padre al hombre, mientras que la pareja, sea otro hombre o una mujer –incluso si es la madre biológica porque ha donado los óvulos-, ha de tramitar la adopción del menor en España.

«Nosotros solemos recomendar a nuestros clientes Estados Unidos, porque la filiación se establece mediante sentencia judicial, y como segunda opción, México, donde se está trabajando para conseguir también una sentencia igual», afirma María Jesús Basco, abogada de VAE.

Una técnica utilizada principalmente por parejas heterosexuales

La mayoría de personas que se ven abocados a la gestación subrogada son heterosexuales. La asociación Son Nuestros Hijos, que reúne a familias que han accedido a la paternidad mediante esta técnica, asegura a RTVE.es que alrededor de un 80% son parejas heterosexuales y el resto, homosexuales o personas solteras.

La infertilidad que no se puede solucionar con tratamientos médicos o técnicas de reproducción asistida legales en España es la razón que lleva a las parejas heterosexuales a recurrir a una gestante subrogada. «Suele darse cuando la gestación está contraindicada para la mujer porque un embarazo sería muy peligroso para su salud o cuando la gestación es imposible por problemas relacionados con el útero», explica a RTVE.es el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, Agustín Ballestero.

«Es la única alternativa cuando hay una ausencia total de útero. También cuando es imposible que el embarazo llegue a término por tener miomas o malformaciones en el mismo o cuando se producen fallos en la receptividad endometrial», añade Manuel Fernández, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Sevilla.

Precisamente fue el caso de Iolanda Angles, de 39 años y su marido Xavi, de 38 años. Primero intentaron conseguir un embarazo por fecundación in vitro, pero su endometriosis se resintió con las hormonas y tuvieron que operarla. «Empezamos el proceso de adopción y nos desanimamos cuando nos dijeron que podían pasar hasta nueve años hasta la asignación. Al ver que había posibilidad de que mi marido aportara su carga genética, optamos por la gestación subrogada».

Finalmente, hace dos años fueron padres de un niño. «Nos decidimos por San Diego, en Estados Unidos, porque la maternidad subrogada está regulada. Además, paralelamente al proceso clínico se realiza un proceso judicial transparente y legal que determina que los padres naturales del bebé que iba a nacer éramos nosotros», cuenta Iolanda.

La única manera de ser padres biológicos para los gays

Para las parejas de homosexuales u hombres solteros, la única vía posible para ser padres biológicos pasa por la gestación subrogada. Es el caso de Manuel Santos y su marido Bud Lake, de 40 años, que decidieron ir a la India para cumplir su deseo de ser padres. Se decidieron por el país asiático y descartaron la opción de Estados Unidos por el precio.

«Fuimos a la India porque un día en la televisión vimos un reportaje de una pareja gay que había tenido a sus mellizos allíy le había ido muy bien. Los contacté y me contaron cómo lo hicieron ellos y decidimos hacer igual. Al segundo intento nos quedamos embarazados», relata a RTVE.es Manuel, que desde agosto de 2013 es padre.

Tras la buena experiencia, Manuel y Bud vuelven a estar «embarazados», aunque en esta ocasión han recurrido a Tailandia. Serán padres de nuevo en enero de 2015. «Esta vez hemos ido a Tailandia porque India está cerrada para los españoles», explica Manuel.

También gracias a la gestación por sustitución han podido ser padres Jorge Hierro, de 37 años,  y su marido Alberto Murcia, de 39 años. «Después de 15 años juntos decidimos ser padres pero no queríamos ser abuelos. La adopción es un proceso muy largo por lo que tras barajar varios países para una gestación subrogada, vimos que Estados Unidos era donde más garantías tendríamos. Allí una sentencia establece que nosotros dos somos los padres», cuenta a RTVE.es Jorge.

Cómo es una gestación subrogada

El proceso de gestación por sustitución es bastante sencillo y nada diferente a cómo se llevan a cabo otras técnicas de reproducción asistida, reconocen desde la Sociedad Española de Fertilidad: «Primero se requiere estimulación ovárica en la mujer que aporta los óvulos; después, una inseminación in vitro con el semen, y por último, preparar el útero de la que recibirá los embriones para que se puedan implantar», explica a RTVE.es el presidente Agustín Ballestero.

Este embarazo a distancia se vive de manera diferente según el país en el que se produce. En Estados Unidos, la gestante es la que elige a la pareja que serán los padres del bebé. Antes del embarazo, se suelen conocer en persona, luego es posible tener contacto constante durante la gestación y se permite asistir al parto.

Jorge Hierro y  Alberto Murcia eligieron Estados Unidos por cómo es el proceso allí. «Elegimos este país porque podíamos conocer en persona a la donante de óvulos y a la gestante subrogada. Allí es todo muy abierto y transparente. Si algún día nuestro hijo Iago (nació en abril de 2014) quiere conocer a las dos mujeres gracias a las cuales está aquí, podrá hacerlo», explica Jorge.

También Iolanda Angles se decantó por EE.UU. precisamente por la relación que se puede tener con la gestante: «En ningún momento nos planteamos no tener ese trato. Además, congeniamos muy bien. Nos hicimos muy amigas. Convivimos con ella un mes y todo fue maravilloso. Nos ayudó en todo lo que pudo y más, sin estar para nada especificado en ningún contrato. Es una gran mujer».

En cambio, la situación estotalmente distinta en países como la India o Tailandia. «No se tiene contacto ni con la donante de óvulos ni con la subrogada. A la donante la eliges mediante fotos. Luego la clínica elige a la gestante y es la clínica la que envía de manera periódica informes y ecografías del embarazo», cuenta Manuel Santos.

En cuanto a los requisitos de la mujer que gesta, solo pueden serlo si tiene al menos un hijo propio, gozan de buena salud y tienen unas condiciones económicas estables que garanticen que no lo hace por dinero, sino por convicción, por querer ayudar. Por las molestias ocasionadas durante el embarazo, perciben una compensación económica. Los padres intencionales suelen hacerses cargo de los gastos médicos y de abogados ocasionados.

«Nuestra gestante trabaja en Recursos Humanos y es madre de dos hijos. En Estados Unidos, estas mujeres suelen trabajar o tener una fuente de ingresos estables. Son de clase media o media-alta», aseguran Carla y Ramón. Jorge destaca las «ganas de ayudar» de su gestante: «Ella no lo hacía por dinero. Solo quería ayudar a una pareja que no podía tener hijos por sí misma. No es un negocio como dicen algunas personas».

Por la legalización de la gestación subrogada en España

Al ser un método caro, no todas las personas pueden permitírselo. Por eso, desde la Asociación Española por la Gestación Subrogada están promoviendo una Iniciativa Popular Legislativa para pedir su legalización en España, tomando como modelo la ley que existe en Estados Unidos.

«Con 31 años, me quedé embarazada sin problemas y lleve un embarazo normal hasta la semana 38 que todo se complicó. Perdí a mi hija y por poco no pierdo la vida. Me hicieron una histerectomía (extirpación de útero, pero no de los ovarios). La única opción para que mi marido y yo seamos padres biológicos es la gestación subrogada, pero solo podríamos hacerlo si se legaliza en España porque nuestra situación socioeconómica no nos permite hacerlo fuera», afirma rotunda Marta López, presidenta de la Asociación por la Gestación Subrogada en España.

Para María Jesús Basco, abogada de VAE, que se legalice en España no sería tan «descabellado» y no hacerlo es “discriminatorio”. «Una mujer joven sin útero está condenada a no ser madre, mientras que una mujer de 50 años que sí tiene útero pero no óvulos podría ser madre con embriones donados. También es discriminar entre un hombre y una mujer porque el hombre necesita un útero para poder tener un hijo, mientras que la mujer podría tenerlo sola», explica.

También desde la Sociedad Española de Fertilidad abogan por su regularización porque es una técnica de reproducción asistida que se puede hacer perfectamente desde el punto de vista médico y que evitaría que solo los que tienen dinero puedan llevarla a cabo.

Mª Carmen Cruz Martín

www.rtve.es

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