24 años de ADOPTANTIS

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Cuando la discapacidad no representa un obstáculo para adoptar

Las adopciones por necesidad especial se han incrementado considerablemente según datos del Observatorio de Infancia del Ministerio de Derechos Sociales

Las adopciones por necesidad especial están en auge. El Observatorio de Infancia del Ministerio de Derechos Sociales cifró en 62 las adopciones de necesidad especial en el año 2021 representando un aumento considerable desde 2019, último año en el que se registraron datos debido a la llegada de la pandemia.

Las adopciones por necesidad especial también pueden tramitarse de manera internacional. China cerró el llamado ‘pasaje verde’, una vía por la que familias de todo el mundo podían adoptar niños con algún tipo de discapacidad, mayoritariamente cardiopatías. A vivir ha charlado con tres familias que han adoptado niños con necesidades especiales para conocer cómo es el día a día. Coro Samblas ha rememorado el momento en el que tomaron la decisión de ser padres a través de esta vía. «No sabíamos decir que iba a tener nuestro hijo, sabíamos que estábamos preparados para ser padres y que teníamos un amor que nos desbordaba», comentaba. Read the rest of this entry »

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¿Por qué la adolescencia es un factor de riesgo para la salud mental?

Ser joven suele ser un factor positivo al hablar de salud, pero esta perspectiva se modifica significativamente cuando se centra la atención en la salud mental. Según el último estudio de UNICEF España (2024), un 40% de los adolescentes presenta problemas más o menos serios de salud mental.

Hay dos momentos clave en el proceso evolutivo: los siete primeros años, en los que el cariño y el desarrollo de la autoestima resultan cruciales para un desarrollo sano, y la adolescencia, que supone la adquisición de una identidad personal y social. Es entonces cuando la persona empieza a crear un estilo de vida propio y a dotarse de un sistema de valores. Al resultar fundamental la aceptación por el grupo de iguales, la imagen corporal y el éxito social modulan la autoestima de los jóvenes.

Según el último estudio de UNICEF España (2024), un 40% de los adolescentes presenta problemas más o menos serios de salud mental, con la particularidad de que más del 50% de los trastornos mentales graves en la vida adulta se inician en la adolescencia. Las razones pueden ser diversas. A un nivel neurológico, los lóbulos frontales —el equivalente biológico del director de orquesta— tienen como función regular la planificación y toma de decisiones, la consolidación de la conciencia moral y el control de las emociones. Pero esta corteza prefrontal no acaba de desarrollarse hasta los 18-25 años. Por ello, los adolescentes pueden tener más dificultades para encauzar la impulsividad y la atracción por el riesgo, así como para regular el autocontrol y aprender a posponer la gratificación inmediata. De este modo, aparecen las tormentas emocionales y los cambios de humor tan típicos de esta etapa evolutiva. Y a un nivel hormonal, el paso de la infancia a la vida adulta implica una transformación de la imagen corporal, más acentuada en las chicas por los estereotipos de género, y un desarrollo de la sexualidad, que implica una asunción de la identidad y orientación sexual. La conformidad con la imagen física y con la identidad personal son un elemento clave en la salud mental de los adolescentes. Read the rest of this entry »

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El matrimonio con más de 50 años que adoptó a tres hermanos y el largo camino hasta oírlos decir “mamá” y “papá”

Guillermo y María de los Ángeles Zalocco deseaban ser padres desde que se casaron en 1998. Como ella no quedaban embarazados y no querían someterse a tratamientos de fertilidad, optaron por la adopción. Desde 2017 tienen tres hijos: “El amor que les tenemos nunca va a estar en juego”

Guillermo tiene 62 años y no vio dormir a sus tres hijos en una cuna, ni tomar la mamadera, ni tuvo que despertarse de noche porque les empezaban a salir los dientes y lloraban. Pero Guillermo es tan papá como cualquiera, y se emociona con cada recuerdo que atesora de Emanuel, que tiene 17 años; Antonio, de 13; y Abel, de 12; los hijos que adoptó junto a su esposa, María de los Ángeles, aunque la memoria deba recorrer poquitos pasos, hasta 2017 en este caso. “Hay algo que cada vez que me acuerdo se me hace un nudo en la garganta, y es cuando salieron del hogar para venir a casa. Antonio venía con una cajita de cartón en la mano y adentro llevaba un muñeco. Eran todas sus pertenencias. Todo lo que tenía. Y caminaba hacia nosotros con una carita de felicidad que, gracias a Dios, no me voy a borrar nunca. Hay pibes que lloran por una play, por un juguete, y él estaba lleno de alegría porque se iba con la familia”. Read the rest of this entry »

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Tener amigos racializados mitiga el racismo en los jóvenes, pero los padres influyen más

Un innovador estudio internacional revela que las amistades interétnicas pueden reducir los prejuicios anti-inmigrantes entre los adolescentes, pero estas relaciones solo amortiguan las influencias sociales más amplias, no los prejuicios transmitidos por los padres o las escuelas

Tener amistades interétnicas contribuye a mitigar las actitudes racistas y xenófobas en los adolescentes, aunque este efecto no tiene la fuerza suficiente como para contrarrestar la influencia parental sobre esta misma cuestión. Esta es la principal conclusión de un estudio de la Universidad de Lleida (ULL)a partir de las respuestas de 60.000 estudiantes de todo el mundo para el examen de PISA. De manera un poco forzada, se podría decir que la ciencia ha abordado si hay algo de cierto detrás del manido cliché “no soy racista, tengo un amigo negro”. Y aunque tiene una parte (pequeña) de verdad, no sirve como excusa para negar el racismo propio.

Estudios sobre cómo afectan a los adolescentes los prejuicios que reciben de su entorno ya se habían hecho, pero los profesores Josep Ubalde, Fernando Senar y Cecilio Lapresta han querido ir más allá y tratar de averiguar “hasta qué punto ese contacto interétnico funciona” para reducir las actitudes anti-inmigración y cuánta influencia ejerce cada grupo sobre la juventud, según explica Ubalde, líder de la investigación. Read the rest of this entry »

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La disposición adoptiva

En los adultos, la disposición implica el pasaje del “yo quiero un hijo” a “ yo estoy dispuesto a ese niño”. Las autoras analizan lo que se pone en juego allí y también en los niños con estado de adoptabilidad.

“La disposición ética obliga a examinar los posibles en una situación- no sólo a esforzarse en el camino de los ideales sino sobre todo a comprometer el pensamiento en la búsqueda de los posibles”. Ignacio Lewcowitz

Si decimos que en los procesos de adopción lo omitido es la disposición adoptiva, simplemente intentamos, con esta formulación, visibilizar el valor crucial del trabajo subjetivo previo que requiere embarcarse en un proyecto adoptivo. A diferencia de la parentalidad biológica, la filiación por adopción implica en toda circunstancia el esfuerzo de precisar el entramado deseante, así como también la construcción simbólica de los lugares parento filiales.

En este sentido, no omitir la necesariedad de la puesta en forma de la disposición adoptiva es nuestra orientación de trabajo, y nuestra apuesta en la clínica de la adopción.

Definimos la disposición adoptiva como la posibilidad de disponerse al arribo de un otro que advendrá a un lugar filiatorio y parental.

Es fundamental comprender que esa disposición es una disposición deseante, es decir, una disposición vital de amparar y sostener a un otroque será hijo.

En nuestro equipo de trabajo hablamos de disposición adoptiva porque no hallamos en los términos tradicionales, como compatibilidad o disponibilidad, la resonancia de lo que para nosotras implica el trabajo subjetivo de poder advenir a un vínculo parento filial por adopción. Read the rest of this entry »

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Diez propuestas para mejorar la inclusión del alumnado adoptado

El trauma relacional temprano es el resultado de haber experimentado durante la primera infancia un conjunto de carencias sociales y emocionales que conlleva efectos como el estrés y comportamientos disruptivos.

Muchas familias con hijos adoptados han enfrentado numerosos obstáculos en sus procesos de aprendizaje. Muchas de ellas han buscado las razones por las cuales sus hijos tenían dificultades para enfrentar la cotidianidad del aprendizaje escolar. Una de las principales conclusiones a las que muchas han llegado es que sus hijos presentaban síntomas asociados al trauma relacional temprano. El trauma es el resultado de haber experimentado de manera continuada durante la primera infancia un conjunto de carencias, negligencias o experiencias adversas en diversos ámbitos, tanto social y emocionalmente, como en el aspecto físico o neurológico. Tiene unas consecuencias invisibles y duraderas y se manifiesta de formas muy diversas; las más comunes: un estado de estrés continuado, dificultades para regular las emociones o comportamientos disruptivos, difíciles de explicar. Read the rest of this entry »

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Problemas internalizantes en adolescentes adoptados en países del este de Europa

Los niños y niñas adoptados internacionalmente están en riesgo de desarrollar problemas emocionales en la adolescencia. Factores relacionados con la adversidad y con procesos post-adopción predicen variabilidad en problemas internalizantes en esta población.

Con esta introducción, se presenta un estudio publicado en la revista Psicothema y llevado a cabo por los investigadores de las Universidades de Sevilla, Isabel I y Loyola de Andalucía, Pablo Carrera, Maite Román, Isabel Cáceres y Jesús Palacios, con el propósito de analizar los problemas internalizantes (como la depresión o la ansiedad) en adolescentes adoptados de Rusia por familias españolas, comparándoles con un grupo de adolescentes de la comunidad.

Tal y como señalan los autores del estudio, a pesar de los desafíos que conlleva la adopción internacional, esta tiene un “éxito generalizado en la provisión de un entorno familiar estimulante y enriquecedor para niños con adversidades tempranas”, lo que resulta en una “impresionante recuperación en la mayoría de los dominios del desarrollo”. No obstante, se esperan también consecuencias a largo plazo de la adversidad temprana en el desarrollo. En este sentido, una de las áreas de atención que más se ha investigado es la de los problemas emocionales o internalizados, dadas las teorías que apuntan a la ausencia de un cuidador estable y comprometido en los primeros años de vida, como un factor de riesgo (entre otros) para el desarrollo posterior de depresión y ansiedad. Read the rest of this entry »

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La violencia filio-parental, una realidad que afecta silenciosamente a miles de mujeres

La violencia contra las mujeres es un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos. Así se pronuncian la Organización Mundial de la Salud y el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica, conocido como Convenio de Estambul.

Son actos que conllevan sufrimiento físico, sexual, psicológico o económico. E incluyen también las amenazas, la coacción y la privación arbitraria de libertad.

Existen varias teorías para explicar las causas de la violencia contra las mujeres. Las más aceptadas afirman que se trata de una forma de violencia relacionada con el género, entendido este como un constructo social. Su origen es la socialización diferencial, el modo en las personas aceptamos y asumimos los roles y estereotipos de género al educar a niños y niñas de forma diferente. Read the rest of this entry »

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El desafío de adoptar niños y niñas mayores

“Todos los niños que llegan a la adopción lo hacen con una ruptura, con una vida quebrada”, dice Gabriela Parino, miembro de ‘Ser familia por adopción’. Por eso –destaca- “hay que informarse mucho y pensar qué recursos tiene cada familia para poder sostener las realidades que los chicos traen”.

“Desafiante y transformadora”. Así describe Elizabeth Groccia –mamá de K. de 10 años recién cumplidos- su maternidad por adopción.

K. llegó a la vida de Elizabeth en 2017 con 4 años, después de pasar 2 en un Hogar de Menores.

“La maternidad por adopción es totalmente diferente de la biológica, no se parecen en nada. De repente te encontrás con un nene que no conocés, que te dice ‘mamá’ porque él necesita llamarte ‘mamá’”, reconoce ‘Liz’.

“Yo tardé mucho tiempo en sentir que ese nene era mi hijo”, se sincera.

“Si un hijo biológico se pare con dolor, parir un hijo adoptivo es un dolor que se prolonga muchísimo”, asegura y señala: “es que nosotros venimos a sanar heridas que no provocamos”.

Liz, chef y periodista de San Isidro, cuenta que con su entonces pareja llegaron a la adopción “como creo que llega el 90% de las personas: después de no poder tener hijos biológicamente”.

“Primero hay que duelar al hijo biológico que no vino. Los chicos que esperan por una familia no vienen a tapar ningún agujero nuestro”, reflexiona.

Elizabeth ha dado charlas para quienes desean anotarse en el Registro Único de Aspirantes a Guardas con Fines Adoptivos (RUAGA) de Argentina.

“A quienes se están por inscribir siempre les digo que tengan muy claro el camino en el que se inician porque se trata de un niño que te viene a poner la vida patas para arriba, es un camino muy complejo”, ya que “la mayoría de los niños que están en situación de adoptabilidad son niños abandonados, que sufrieron violencia y desamor”, destaca.

En línea con estos tiempos favorables para cuestionar mandatos -sobre todo los mandatos que nos someten a las mujeres- Liz considera que es necesario también desromantizar la maternidad por adopción.

“Yo no sabía que podía amar tanto, nunca amé de la manera en que lo amo a K., pero tampoco sabía la ira y la violencia que tengo adentro; con él descubrí mis propios monstruos”, revela.

Y opina que “el amor se construye con el tiempo y es mentira que el amor todo lo puede, hay cosas que se tienen que trabajar mucho, con mucha paciencia”.

«Te pegás un porrazo espectacular»

Algo similar comenta Armando Salzman, papá de dos mellizas que en pocos días cumplirán 11 años.

“Los chicos en situación de adoptabilidad vivieron en general experiencias terribles; tienen marcas que cada tanto vuelven”, asegura a El Teclado este gestor cultural de Paraná.

“Mis hijas tienen mucho miedo al abandono, -cuenta- y es lógico que sientan esa desconfianza. Con Laura, su mamá, les decimos que somos sus padres para siempre”.

“A quienes se están por inscribir en el RUAGA siempre les digo que tengan muy claro el camino en el que se inician porque se trata de un niño que te viene a poner la vida patas para arriba, es un camino muy complejo porque la mayoría de los niños que están en situación de adoptabilidad son niños abandonados, que sufrieron violencia y desamor”. Elizabeth Groccia.

Cuando las niñas llegaron a su casa en 2017, con 5 años, Armando ya era padre de 3 mujeres, fruto de un matrimonio anterior.

“Haber sido papá previamente me sirvió para no ser el padre primerizo que se asusta por dos líneas de fiebre pero, fuera de eso, ésta es una experiencia totalmente diferente”, sostiene, y define con gracia: “te pegás un porrazo espectacular”.

Armando considera que “como padre adoptivo podés hacer poco en relación a sus historias anteriores: podés darles todo el amor y la protección, otras perspectivas, hablarles de otra forma de vivir en el mundo, pero con lo anterior no podés hacer nada”.

Y agrega que “hay que sacarse la omnipotencia de creer que podemos con todo. Hay cosas que nunca nos van a contar, que a lo mejor de grandes van a trabajar en otro lado”.

“No sólo es cuestión de animarse”

Hace pocas semanas comenzó una campaña que se volvió viral en las redes sociales.

Bajo el hashtag #adoptenniñesgrandes, muchas personas compartieron –y aún lo hacen- su experiencia en Twitter como madres y padres adoptivos de niños, niñas y adolescentes.

Sabemos de lo efímeras que pueden llegar a ser las propuestas virales, pero se hace igualmente necesario despojar al enunciado de cualquier frivolidad.

Gabriela Parino, referente de la ONG ‘Ser familia por adopción’, sostiene en ese sentido que “nosotros decimos que no es una cuestión de animarse o de perderle el miedo, sino de fortalecer procesos, pensar qué capacidades tengo para ejercer la paternidad por adopción”, que es –remarca- “siempre mucho más desafiante que la paternidad en general”.

“En este caso, -amplía en diálogo con El Teclado- se es madre o padre en una segunda oportunidad para un niño, y a veces más de dos porque vienen de sufrir vinculaciones que no prosperaron”.

“Todos los niños que llegan a la adopción lo hacen con una ruptura, con una vida quebrada. Y eso implica siempre pérdidas, de situaciones de vulneración que los dañaron y de otras situaciones a las que se aferraban y pueden añorar también”, dice Parino, licenciada en Psicología.

“Entonces –subraya- es necesario que haya adultos con la capacidad de contener y contenerse, de acompañarlos y buscar acompañamiento, de bancarse las tristezas, los enojos y las frustraciones de los chicos y las propias como padres o madres”.

«Los niños más grandes te facilitan otras cosas”

“Si no querés vivir apasionadamente la maternidad o la paternidad, entonces la adopción no es para vos”, sostiene tajante Carolina Belvis, mamá de dos adolescentes de 14 y 16 años.

En octubre de 2014, a 20 días del apto para ingresar al Registro, la llamaron de un Juzgado para conocer a dos nenas, que entonces tenían 6 y 8 años.

“Antes de hacer los talleres del RUAGA, con mi marido ya teníamos en claro que queríamos adoptar hermanos de hasta 6 años”, señala a El Teclado, pero luego de informarse ampliaron la edad a 10.

“Yo nunca me vi como madre de bebés”, reconoce Carolina, que vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

«Es necesario que haya adultos con la capacidad de contener y contenerse, de acompañarlos y buscar acompañamiento, de bancarse las tristezas, los enojos y las frustraciones de los chicos y las propias como padres o madres”. Gabriela Parino.

“Muchas veces se dice que ser mamá adoptiva de un bebé es más fácil porque podés inculcarle tus costumbres de entrada, pero los niños más grandes te facilitan otras cosas. Por ejemplo ya conocen su historia, dan cuenta de cómo se van sintiendo, de las cosas que necesitan, te ofrecen una devolución de lo que hacés, de las cosas que hacés bien y de las que hacés mal. Es un diálogo constante”, explica.

“Hay que informarse mucho”

Según los últimos datos del RUAGA, en este momento hay en todo el país 2.430 legajos de aspirantes aptos para convertirse en madre o padre y la gran mayoría presenta una disponibilidad adoptiva para un/a bebé de hasta 2 años.

Por exponer algunas cifras, sólo un 27,7% aceptaría maternar o paternar a un niño o niña de 7 años, posibilidades que se reducen al 1,2% para un/a adolescente de 12 años.

Gabriela Parino lo analiza de la siguiente manera: “en muchos casos las personas llegan a la adopción a partir de la dificultad para concebir hijos de manera biológica. Entonces al empezar este recorrido piensan en tener un hijito lo más parecido posible al modelo de paternidad biológica, por eso inicialmente piensan en un bebé”.

“Como asociación nos alarma un poco el escuchar a personas que dicen que se inscriben en convocatorias públicas ‘porque es más fácil’, como un atajo”, asegura.

Y agrega que “las convocatorias son un recurso valioso, a veces la última opción que amerita mayor compromiso para encontrar familia para adolescentes, grupos de hermanos o niños con dificultades de salud”.

“Pero nosotros pensamos que hay que hacer un proceso subjetivo y no solamente un proceso judicial –destaca Parino-, que hay que informarse mucho y pensar qué recursos tiene cada familia para poder sostener las realidades que los chicos traen”.

“Saber la verdad es su derecho”

La adopción consiste en buscarle una familia a un niño, niña o adolescente cuyos derechos han sido vulnerados, y no un hijo o hija para los adultos con deseos de maternar o paternar.

La legislación argentina en la materia pone el acento en el respeto al derecho a la identidad y a conocer los orígenes.

De hecho, los y las adoptantes se comprometen en el expediente a comunicar su origen al niño, niña o adolescente.

Esto constituye una prioridad para Laura Videla, mamá de A., de 18 años. Ambas viven en Bigand, un pueblo santafesino que queda a 70 kilómetros de Rosario.

A. llegó a su vida en 2010, cuando Laura –docente de Educación Especial- ya era madre biológica de dos adolescentes varones. “Tenía 6 años y el pelo pintado de dos colores porque en el Hogar estaban jugando a la peluquería”, recuerda Laura con una sonrisa. Read the rest of this entry »

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