Hablar de la adopción a los hijos: ¿asignatura pendiente?

Debemos estar atentos a estas circunstancias, las cuales hacen que el abordaje de determinadas temáticas se demore excesivamente o sea siempre parcial. En nuestro hijo surgirán, dudas, inseguridades y bloqueos los cuales están detrás de no pocos problemas de conducta, dificultades de relación, crisis vinculares y problemas escolares.

El adecuado abordaje de los orígenes es fundamental a la hora de construir una sana relación con nuestro hijo. Aunque éste aspecto de la paternidad adoptiva, es ya un lugar aparentemente común de la actual cultura de la adopción, la intimidad de la consulta postadoptiva sigue reflejando que es una tarea que despierta sentimientos encontrados por parte de los padres.

Nos referimos a las dificultades que puede plantear el abordaje del tema de la adopción, desde el punto de vista de los padres. Pues no debemos perder de vista que cuando surgen preguntas, temáticas y escenas que apuntan a la condición de la familia como “familia adoptiva”, en los padres también aparecerán sentimientos que provocarán malestar por actitudes y miedos que están de su lado ya que cuestionan su identidad como padres y los fundamentos de la constitución de la familia.

Dentro de este contexto es normal que los padres adoptivos sientan temores a que sus hijos sepan que ellos no les concibieron, a que no les vayan a querer igual, a que sus hijos sufran por las circunstancias que rodearon su abandono, a que abandonen la casa en busca de su familia biológica…

En este punto es oportuno recordar que los aspectos relacionados con la transmisión de la adopción y todo lo que ello implica no es una cuestión sólo de capacidades (los padres adoptivos suelen estar muy preparados e informados, no por azar han sufrido un proceso de formación-selección a tal efecto). También las actitudes, mucho menos susceptibles de ser modificadas, juegan un importante papel, ya que las temáticas relacionadas con el origen “remueven” muchos aspectos íntimos de nuestras historias como personas y como parejas, y a veces aunque tengamos más o menos claro qué hacer y cómo hacerlo, puede que encontremos dificultades al ponerse de manifiesto actitudes que sólo ante el surgimiento de determinadas situaciones se suscitan.

Ser padre, es convertirse en un referente seguro y estable que sea capaz de sostener todos los aspectos relacionados con la comprensión y el descubrimiento del mundo de nuestro hijo. La paternidad y maternidad adoptiva exige que lo seamos también con respecto a la revelación y búsqueda de orígenes.
Juan Alonso Casalilla Galán.

Psicólogo.
Especialista en Infancia y Familia.
Departamento de Adopciones de la Comunidad de Madrid.

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