Adoptantis

Una carrera de fondo, nunca de velocidad, en la que serán habituales los problemas pero en la que nunca hay que desanimarse hasta llegar a la meta. Esta es la original definición de la adopción de menores que han sufrido algún daño emocional que realiza el psicólogo Alberto Rodríguez, que clausuró  el ciclo La adopción. Pasado, presente y futuro que organiza la Fundación María José Jove.

Este experto dejó bien claro que adoptar niños que arrastran secuelas emocionales por sus anteriores vivencias «no es tarea fácil» aunque tampoco misión imposible. «Remontar una historia tan compleja en los primeros años de vida con las secuelas que deja no es fácil y van a vivir momentos de desánimo», señaló para añadir: «Hay que aprender a entender a sus hijos intentando ponerse en su piel, entendiendo cómo le afectan las cosas y cómo las interpretan». En este sentido, Rodríguez aseguró que, a menudo, el cansancio y los problemas son «una señal recurrente en muchos menores que no son capaces de pedir ayuda».

Para quienes no saben por donde empezar para enfrentarse a esta nueva situación, Alberto Rodríguez dio unas pautas a seguir. «Lo fundamental es darles un entorno familiar estable y seguro donde puedan percibir aceptación incondicional así como evitar que puedan volver a repetirse nuevos abandonos o rupturas», señaló y añadió: «También hay que proporcionarles experiencias de éxito y un mayor reconocimiento con el fin de mejorar su autoestima y y ganar confianza personal».