Precocidad hormonal de las niñas adoptadas en otros países

En algunas unidades de endocrinología había llamado la atención que muchas de las niñas con pubertad precoz eran niñas adoptadas en otros países. En cambio, no se había observado la misma proporción entre las niñas inmigrantes. Este hecho sorprendente llevó a Esteban Mayayo, jefe de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del hospital Miguel Servet de Zaragoza, a bucear en la literatura científica, y encontró datos tan curiosos como significativos.

«Los clínicos teníamos la impresión de que la pubertad precoz sin lesión orgánica que tenían esas niñas adoptadas era de evolución muy rápida, explosiva. Como España es el primer país del mundo en adopción internacional, el fenómeno interesa especialmente». Efectivamente, la adopción internacional ha tenido en España un crecimiento extraordinario.

La primera incógnita es si la precocidad está relacionada con factores del país de origen o del país de destino. «Hay muy pocos estudios al respecto, apenas ocho en todo el mundo», explica Esteban Mayayo. El primero se hizo en Suecia en 1991 y se estudiaron 107 niñas procedentes de India. Entre estas niñas, la edad media de la primera menstruación era de 11,5 años, cuando la media de las niñas suecas era de 13. Y también eran precoces respecto a la edad media en que tienen la regla las niñas del país de origen: 12,8 años en las zonas urbanas y 14,2 en las rurales. Esas niñas adoptadas habían tenido, pues, una pubertad precoz tanto respecto de las niñas suecas como de las indias. En ese estudio se observó otro hecho curioso: cuanto más temprana era la adopción, más tarde se producía la primera menstruación.

Otros dos estudios realizados posteriormente en Bélgica y Francia corroboraron la importancia del fenómeno. El estudio belga mostró que la cuarta parte de las niñas con pubertad precoz analizadas habían sido adoptadas.

Por otra parte, según el estudio realizado en Francia con 99 niñas adoptadas, entre ellas la edad media de la regla había sido 11,3 años, muy por debajo de la media francesa. Y otro detalle curioso: entre las niñas adoptadas que tenían más de ocho años, el 44% tuvieron pubertad precoz adelantada (antes de los 9 años), y el 26,5%, pubertad precoz (antes de los 8 años).

El último estudio sobre esta cuestión se publicó en la revista Pediatrics en 2006 y fue realizado en Dinamarca. Este trabajo observó que entre la población nativa la tasa de pubertad precoz era de 0,9 casos por cada 10.000 niñas, mientras que entre las procedentes de la adopción internacional era de 22. Y dentro de las adoptadas, el riesgo de pubertad precoz con relación a las nativas era 4,9 veces mayor entre las niñas que habían llegado con menos de dos años y 34,19 veces mayor entre las que habían llegado a una edad mayor.

¿Qué podría explicar esta extraña división? Corea dio una pista. En este país, los niños abandonados no son internados en orfanatos, sino en familias de acogida, y en su mayoría son dados en adopción antes de los dos años. Los niños procedentes de este país no tienen mayor riesgo de padecer pubertad precoz. Los procedentes de otros países viven en orfanatos y pasan más tiempo internados. «Se sospecha que si pasado él periodo crítico de dos años se produce una mejora repentina de la nutríción, se produce una reacción en el organismo que conduce a una maduración hormonal adelantada, aunque este mecanismo no está aún bien estudiado», índica Mayayo. Aún hay un último factor que considerar: «El estudio sueco mostró que el 80% de las niñas adoptadas habían sido bebés con bajo peso al nacer para !a edad gestacional, y está demostrado que estos bebés tienen mayor riesgo de pubertad precoz».

Los comentarios están cerrados.