El aburrimiento en los niños

¡Mami  estoy aburrido!

Cuántas veces han escuchado esto? Sin duda muchas más veces de las que hubieran esperado. Generalmente repercute en los padres ocasionando fastidio, molestia y a veces hasta indignación.

¿ Cómo puede ser, con todos los juguetes que tenés? Yo no tenía tanto y sin embargo….

Efectivamente es un mal que se generalizó en la actua

lidad y aparece cada vez más a menudo. Existió desde siempre, o al menos tenemos noticias de él desde la época de los romanos y relacionado a la abundancia.

El aburrimiento está relacionado con el tiempo libre. El tiempo libre, los griegos, lo dedicaban al ocio, se lo consideraba creativo y productivo. Pero las condiciones de vida actuales son muy diferentes y se modificó mucho el uso del tiempo libre.

Los chicos se han acostumbrado a tener pautada la mayor parte de su tiempo libre, van a escuela de futbol, talleres de dibujo, clases de ajedrez, etc, a lo que se suma una difundida doble jornada escolar. Así tienen días de alrededor de 9 horas de actividades pautadas, con consignas a seguir y resultados por lograr, donde se fomenta poco su iniciativa. Se completa el cuadro de situación con un acceso casi ilimitado a la TV, los programas para chicos no se circunscriben a determinados horarios, cuentan con varios canales las 24 hs.

Entonces ¿cuál es la necesidad de inventar algo para hacer? ¿Cuándo pensar a qué jugamos? ¿Cuál es el tiempo dedicado a la creatividad?.

Es sabido que la necesidad agudiza el ingenio y se tiende desde el auge consumista a no sentir necesidades, estar llenos. Por ejemplo tener nuestros ojos colmados de imágenes para entretenerse en la pantalla. Hasta hacer zapping permite alienarse en ese suceder de imágenes sin sentir cuál es mi deseo, qué quiero ver realmente en ese momento, qué estoy buscando, en definitiva sin sentir que estoy sintiendo aburrimiento.

Permanecen sin sentir que algo les falta y sólo tolerando sentir esa falta, haciendo lugar y dando cabida al aburrimiento producido por estar saturado de.. lleno, se puede a partir de allí volver al ocio creativo, a un uso del tiempo libre conectado íntimamente con el deseo de ese sujeto, con su subjetividad y sus aspectos creativos .

¿Qué hacemos con los chicos?

Primero no enojarse ni disgustarse, ya que se comprende que justamente estar llenos de …juguetes, imágenes, llenos , no les da lugar al deseo que es generador, motor del juego, de la creación y sienten hastío.

Tener en cuenta que proponer jugar juntos a algo, o hacer algo juntos es un incentivo. Las pasiones se trasmiten por identificación, así hay familias de actores, de médicos, de artistas, de abogados. Me podrían decir «pero ésos son trabajos» Y es que en la adolescencia se hace paulatinamente un pasaje del juego al trabajo. (Pero este proceso será tema de otro artículo.)

No se trata de hacer algo los papás para divertirlos, entretenerlos, ni distraerlos para que se queden quietitos y por un rato no molesten. Se trata de divertirnos juntos, el disfrute , el espíritu lúdico es contagioso.

Pueden enseñarles canciones que cantaban de chicos, verlos cantar y oírlos desafinar va a generar un clima distendido, de risas y placer mutuo.

Hacer juegos que solían practicar de niños, muchos chicos no conocen la batalla naval, las damas, el ajedrez.

Hay otros juegos que sólo requieren lápiz y papel, pensar y ganas de competir, «el ahorcado , el tutifruti».

Dedicarse juntos a la cocina o la jardinería.En definitiva, estar disponibles y mostrarse activos, alegres con entusiasmo por la vida y sus pequeñas cosas.

Es importante conocer sus intereses y respetarlos, así como conocer los nuestros y respetarlos para enseñarles con la propia vida a estar conectados con sí mismos y a respetarse.

Maria Pia Bachi

Psicologa

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