Las comunidades más desfavorecidas tienen un porcentaje superior de madres adolescentes

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Complutense de Madrid han elaborado un estudio que recoge y analiza datos sobre maternidad adolescente en España. Según este trabajo, que ha sido elaborado a partir de una encuesta realizada a 9.700 mujeres, las comunidades con mayor índice de estudios superiores, renta per cápita y participación femenina en el mercado laboral tienen tasas menores de fecundidad adolescente.

Ser madre en la adolescencia tiene un fuerte impacto en la vida de las mujeres. Uno de los handicaps más claros se observa en el acortamiento de la trayectoria educativa de las jóvenes y la falta de oportunidades profesionales», señala la directora de la investigación, Margarita Delgado. En Andalucía, Extremadura y Murcia, el porcentaje de madres adolescentes que al cumplir los 30 años ya han tenido un primer trabajo está en torno al 43%, mientras que en Madrid, Navarra y País Vasco este porcentaje alcanza en 85,4%, según refleja este informe.

Los datos, además, señalan que la probabilidad de ser madre adolescente depende, en primer término, del uso de anticoncepción eficaz desde la primera relación sexual y en este aspecto también aparecen variaciones importantes por comunidad autónoma cuando se consideran las cohortes más antiguas. Antes de 1956, la proporción de mujeres que había usado un método anticonceptivo eficaz en su primera relación sexual estaba entre menos del 1% en Castilla-La Mancha y alrededor del 12% en Asturias y País Vasco, pero para las cohortes 1971-1985, la proporción más baja se situaba en Murcia, con un 56,4% frente a algo más del 81% en Asturias y País Vasco.

«La legislación ya contempla que se incluya en los estudios reglados la formación para evitar embarazos no deseados. Hay que educar en valores para esto», ha dicho Margarita Delgado. La invstigadora ha señalado que la mitad de los embarazos precoces acaban en aborto en España y ha añadido: «Las mujeres deben tener el número de hijos que quieran, pocos, muchos o ninguno, pero deben tener los conocimientos y la formación suficientes para evitar los no deseados».

Delgado ha recordado que las madres adolescentes tienen más dificultades en el futuro para encontrar un trabajo estable y su vida privada se precipita: se emancipan antes, se casan, tienen un segundo hijo más pronto que sus cohetáneas que no han sido madres adolescentes y también más rupturas en sus uniones de pareja.

Por otra parte, el estudio muestra que la edad de inicio en las relaciones sexuales ha disminuido en todo el territorio nacional. Menos del 20% de las mujeres nacidas antes de 1956 había tenido su primera relación sexual antes de los 20 años, sin embargo este porcentaje ya alcanza el 52,7% en el caso de las nacidas entre 1956 y 1970 y asciende al 74% entre las que nacieron en el periodo de 1971 a 1985. «Sin embargo, considerando a las mujeres sexualmente activas, el porcentaje de embarazos adolescentes se ha reducido: desde el 42,8% entre las nacidas antes de 1956 hasta el 11,5% en las cohortes 1971-1985», destaca la investigadora del CSIC.

En cuanto a una segunda maternidad, en Andalucía, Extremadura y Murcia el 78% de las mujeres que habían sido madres en la adolescencia tuvieron un segundo hijo antes de los 25 años, frente al 56% en Madrid, Navarra y País Vasco.

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