Infancia en soledad
Hoy los niños tienen cada vez menos tiempo para jugar. Sus juegos dependen de las actividades escolares que realizan y, a veces, sufren.
Pero algo preocupa más: un tercio de ellos juega solo mucho tiempo con consolas y computadoras, según un estudio del binomio familia-juego, de Petra María Pérez, catedrática de teoría de la educación de la Universidad de Valencia, España.
Jugar en la calle, normal antes, ya no se hace, por falta de lugares para disfrutar de sus juegos sin peligro: la calle ya no es lo que era.
El tiempo libre lo usan en actividades extraescolares, que les impiden tener una cultura de juego necesaria para su evolución.
Si el juego es importante para el niño, también lo es ser feliz: 85% de los niños españoles se considera feliz, según un estudio de 2009 hecho por la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Fundación Crecer Jugando y señala que los chavales asocian felicidad a la familia, amigos, amigos y a ser aceptados en su entorno y que son los segundos más felices de Europa, por detrás de los Países Bajos, señala el estudio.
A las actividades extraescolares que les quitan tiempo de juego, hay que añadir los deberes. Los padres están divididos ante la conveniencia o no de que sus hijos realicen estas tareas al salir de clase.
Tras la polémica surgida en Francia, donde hubo una “huelga de deberes”, las asociaciones de padres mostraron sus posturas ante el tema. Así, la Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos se mostró favorable a que los niños hagan deberes en casa, ya que la “huelga de deberes” contribuiría al fracaso escolar.
Para ellos, los deberes “ayudan a crear un hábito de trabajo y de orden”. Por su parte, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) denunció que existe una sobrecarga de deberes escolares, y que éstos “representan, en gran medida, un fracaso del sistema educativo”. Los niños “deberían cumplir el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y en el horario escolar”, afirmaba.
Ceapa considera que los menores “necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal”.
“Crisis” es la palabra más oída por 89% de los encuestados para el estudio Percepción de la Realidad de los Niños Españoles: Otra Visión de la Crisis, elaborado por el Instituto de Orientación Psicológica EOS: 40% oye hablar diariamente de la crisis, por encima de “Messi” (27%) y “Ronaldo” (11%). Respecto a dónde han oído hablar de la crisis, ocho de cada diez niños la han oído de boca de sus padres.
El estudio señala que 50% de los niños nota que sus padres están más preocupados que antes y 32% se ha dado cuenta de que están más cansados que en otras épocas.
Los notan más cansados porque perciben que juegan menos con ellos y están menos alegres. Señalan, además, que sus padres llegan más tarde a casa o incluso trabajan más horas, por lo que tienen más sueño durante el día.
Entre los consejos que dan a sus padres para llevar mejor la crisis, el estudio destaca jugar más con ellos, sonreír más y dar más besos y abrazos. Además, 91% considera que ayudar más en casa, estudiar más y hacer los deberes más rápido puede mejorar el ánimo de los padres.
Joan Manuel Serrat se refiere a los niños en su canción Esos locos bajitos. Cuando llegan, se vuelven lo más querido de la casa. Son esos seres que, aunque algunos piensen lo contrario, también integran nuestra sociedad, sobre todo porque dirigirán el mundo. Debemos educarlos, para, por ejemplo, evitar que cometan los mismos errores.
De todas formas, como canta Serrat: “Nada ni nadie puede impedir que sufran / que las agujas avancen en el reloj / que decidan por ellos, que se equivoquen, / que crezcan y que un día nos digan adiós”.
Antonio Saugar
Periodista
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