Sin deberes, ¿pero con más horas de cole?
El debate regresa en Bélgica con la propuesta del Observatorio de la Infancia de «repensar el tiempo escolar» para que los niños realicen las tareas en el colegio, saliendo más tarde.
Con la vuelta al cole regresa el debate sobre los deberes escolares que en el pasado curso llevó a una huelga de lápices caídos en Francia. Ahora es Bélgica el país donde se discute, no tanto si son necesarios o no, como el lugar donde se deben realizar. El Observatorio de la Infancia insta a ampliar el horario escolar para que las tareas se completen en la escuela, claro que su propuesta sería prolongar la jornada hasta las cinco de la tarde, el horario habitual en España.
La institución que defiende en Bélgica los derechos del niño reta a probar«un mes sin deberes» para que, al completarlos en el colegio, los profesores tomen conciencia del trabajo que ordenan hacer en casa, según recogía hace unos días el diario belga Le Soir. Una vez fuera del colegio, los niños no tendrían nada más que hacer. Este ejercicio pondría de relieve si la cantidad de tareas escolares que llevan los niños a casa es, como muchos sostienen, excesiva.
La discusión sobre los deberes estalló con virulencia el pasado curso en Francia con una revuelta que derivó en una huelga de 15 días sin tareas. «Hace falta que los niños enseñen en casa lo que han aprendido en el colegio y no que enseñen en clase lo que han hecho en casa», afirmaba entonces el presidente de la Federación de Consejos de Padres de Alumnos (FCPE), Jean Jacques Hazan.
La revolución escolar francesa salpicó también a España, donde profesores y padres de alumnos debatieron sobre las ventajas e inconvenientes de los deberes. Estos son los argumentos que esgrimieron:
A favor de las tareas
Los deberes diarios ayudan a crear un hábito de trabajo, de orden y superación, según la asociación de padres Concapa, que considera necesario que la familia se implique para estimular el aprendizaje.
Una encuesta realizada el pasado año por el sindicato CSIF en Andalucía mostraba cómo el 95% de los profesores aseguran que los deberes fomentan el esfuerzo.
Aportan a los niños un valor pedagógico incuestionable como aprender a ser responsables diariamente
Refuerzan la capacidad de razonamiento y memoria en los niños
Las actividades extraescolares no cumplen la misma finalidad, a juicio de Concapa, que admite que «se puede cuestionar si la carga de trabajo que conllevan los deberes es o no excesiva, pero la supresión de los mismos es una gran irresponsabilidad que perjudicaría gravemente la formación de nuestros hijos».
En contra
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos Ceapa esgrime, sin embargo, otros argumentos para suprimir las tareas.
Demuestran un fracaso del sistema educativo, que tiene que sobrecargar a niños detareas que deberían haber realizado en la escuela. Los alumnos, a juicio de Ceapa, encuentran en las aulas una enseñanza que no les motiva, poco práctica, fundamentada en el libro de texto y en el aprendizaje memorístico y alejada de la cultura audiovisual en la que viven. Los deberes son una forma de «echar balones fuera» ante esta problemática, en opinión de esta asociación.
Provocan desigualdades sociales al poner en evidencia el nivel socioeconómico y cultural de la familia, que en algunos casos se ven obligadas a recurrir a clases y profesores particulares con un esfuerzo económico añadido.
Crean tensiones entre padres e hijos y suponen un problema para muchos padres que no disponen de tiempo para ayudar a sus hijos.
Los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento que también contribuyen a su desarrollo personal
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