Niños adoptados requieren atención psicológica

Los cambios en las características de las familias adoptivas en Estados Unidos ofrece nuevos retos psicológicos en los menores que requieren atención profesional, aseguró la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).

En un informe clínico que publicó esta semana, expone que cada vez son más comunes en este país las familias reconstituidas, con padres homosexuales y adopciones monoparentales, y este cambio en la tendencia de la adopción tiene impactos psicológicos en muchos niños.

El reporte «El papel del pediatra en el apoyo a las familias adoptivas», que se publica en la revista Pediatrics, destacó los problemas médicos, educativos, de desarrollo o comportamiento que pueden tener los niños que se unen a las familias por medio de la adopción.

Coordinado por Veronnie F. Jones, de la Comisión de la Primera Infancia y el Consejo de Adopción y Cuidado Familiar de la AAP, el informe expresó las diferencias entre las familias formadas por nacimiento y las formada a través de la adopción.

Los investigadores aseguran que la tecnología ha dado lugar a una mayor difusión sobre la adopción, estableciendo un nuevo sistema de apoyo para las familias adoptivas.

Sin embargo, advierten que la información sobre el tema por Internet no siempre puede ser confiable, aunque si permite la propagación de prácticas éticas.

Respecto a la adopción por padres del mismo sexo, señalan que en Estados Unidos gays y lesbianas están criando a un estimado del cuatro por ciento de los niños adoptados, que representa cerca de 65 mil 500 adopciones.

«Demográficamente, parejas del mismo sexo criando niños adoptados son normalmente mayores, más educados, y tienen más recursos económicos en comparación con otros padres adoptivos», refirió.

Los niños adoptados en ésta composición familiar son generalmente más pequeños y en un número mayor nacieron fuera de este país.

Este tipo de adopciones por parejas del mismo sexo sigue en investigación, centrándose principalmente en los resultados de su desarrollo, como el ajuste psicológico, relaciones con los compañeros, familia extendida y el progreso a través de la escuela.

En el 2009 la AAP emitió una declaración política donde reconoce que a los niños les va mejor en un hogar donde los padres, con independencia de la identidad sexual, cuentan con un hogar cariñoso, solidario y de ambiente seguro.

Por lo que al crecer con gays o lesbianas también lo hacen en el plano cognitivo, emocional, de funcionamiento social y sexual como los niños de padres heterosexuales.

El informe difundido esta semana expone el análisis de datos de una encuesta nacional sobre adopción realizada en el 2007, los cuáles precisan que cerca del dos por ciento de la población infantil en los Estados Unidos es adoptada, un estimado de 1.8 millones de pequeños, lo que significa 120 mil niños cada año.

El 38% de ellos proviene del sistema de cuidado de crianza; otro 38% de la adopción nacional privada, y 25% de procedimientos internacionales.

Los niños adoptados tienen menos probabilidades de ser blancos o hispanos, aunque esto varía según el tipo de adopción.

Los afroestadounidenses son más propensos a la adopción a través de cuidado de crianza, representando el 35 por ciento del total que obtiene un hogar permanente por esta vía.

El 59% de los que se adoptan internacionalmente son de origen asiático, 33% de ellos, de China.

El estudio destacó el aumento del número de adopciones procedentes de fuentes nacionales, incluyendo por parientes, así como de familias monoparentales adoptivas que se han vuelto cada vez más comunes.

Además, el incremento de familias mezcladas, con padres mayores, gays o lesbianas que están proporcionando más hogares para niños a través de la adopción.

Cuatro de cada 10 niños son adoptados por familias de otras razas y se ha incrementado el número de adopciones de niños con necesidades especiales de salud en las últimas dos décadas, los cuáles representan el 39% del total y más de la mitad de los que procedieron de los cuidados de crianza.
Estos menores registran principalmente mayor propensión al asma, frágil salud, retraso y/o discapacidad física, así como problemas de aprendizaje, y de salud mental como hiperactividad, autismo, retraso mental y emocional.

Los autores valoraron que muchas de estas condiciones de salud pueden ser producto de estrés ambiental experimentado mientras el niño vivía con su familia biológica o adquiridos en el tiempo de transición.

El 49% del total de menores son varones, particularmente los que proceden del sistema de cuidado de crianza, mientras el 50% de la adopción de niños blancos es a través de servicios privados.

También más de un tercio de los que han sido adoptados por alguien que no es su pariente han tenido algún contacto con sus padres biológicos.

La AAP recomendó que los niños adoptados tengan un examen médico completo antes de su colocación en un hogar, y tratar con ellos temas específicos relacionados con su adopción, recordando a los pediatras que los padres adoptivos deben ser apoyados en su comunicación con sus hijos para que se adapten como una familia.

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