Las familias adoptantes y su necesidad de apoyo médico y escolar
Un proyecto del colegio que requiere una foto de bebé, compañeros que molestan, asesores bien intencionados que pronuncian palabras equivocadas, condiciones médicas poco comunes… Éstos son sólo algunos de los retos que las familias con hijos adoptados experimentan en su día a día.
Un nuevo informe que resume investigaciones sobre adopción, muestra que el retrato de las familias adoptivas en Estados Unidos está cambiando, así como las necesidades de estas familias, según su autora, la doctora Faye Jones, profesora de pediatría de la Universidad de Louisville.
Jones dice que la investigación sugiere que las familias se beneficiarían si sus pediatras fueran más conscientes de sus necesidades únicas. Consejos especializados, apoyo emocional, contacto con otras familias adoptivas y servicios de tutorías, por ejemplo. Los expertos en adopción dicen que educar a los colegios y a la comunidad también ayuda.
“El punto clave es que las familias y los niños están pasando por un muchos tipos de ajuste diferentes, y eso no termina cuando se firman los papeles. Es un proceso que dura toda la vida.”, dice Jones.
Aunque la adopción no está estigmatizada en la forma en que lo estaba hace 30 o 40 años, todavía hay un largo camino que recorrer, dice Janice Goldwater, fundadora y directora de ‘Adoptions Together’, una organización sin ánimo de lucro en Washington D.C. que apoya y educa a las familias adoptivas y a los colegios y los profesionales de la salud con los que trabajan.
“No puedo decirte el número de familias que nos han dicho que han tenido muchas citas con el pediatra y todavía sigue preguntándoles sobre la historia de salud familiar y se olvida que el niño es adoptado”, dice Goldwater. “Si es un padre sensible, entonces tendrá que decir una y otra vez, ‘No es mi hijo biológico’, y explicarlo. Es un poco molesto”.
Según el estudio, que fue publicado el 24 de septiembre en la revista Pediatrics alrededor de 120.000 niños (aproximadamente el 2% de la población) son adoptados cada año en Estados Unidos. Un 38% provienen de familias de acogida, un 38% son adopciones nacionales, y el 25% son internacionales. Las adopciones nacionales están creciendo, mientras que las internacionales decrecen.
Los perfiles de familias adoptivas están cambiando también. Familias con padres homosexuales, padres mayores y familias monoparentales están incrementándose, y el 40% de los niños adoptados se unen a familias con más de una raza o etnia, según informan los investigadores.
En cuanto a los temas de salud, 39% de los niños adoptados fueron clasificados como niños con necesidades especiales de salud, comparado con el 19% de la población general. Los autores recomiendan a los pediatras que ofrezcan a las familias una `hoja de ruta’, que los ayude a localizar a cualquier especialista, terapeuta y equipos médicos que puedan necesitar, incluso antes de que los padres lleven a casa a su nuevo hijo.
Sherry Kempf, una madre de Minneapolis, tiene dos niñas, de 5 y 9 años, que fueron adoptadas en China siendo pequeñas. Las dos necesitan cuidados especiales por condiciones médicas tempranas no esperadas. Aunque su pediatra la ayudó a contactar con especialistas, ella hizo mucha búsqueda por su cuenta.
“Realmente necesitas ser tu propio defensor y hacer tus deberes, y llevarlo hasta el final”, dice Kempf, quien organizó los servicios para su hija mayor a través de su distrito escolar antes de que estuviera en edad escolar.
Su familia tomó clases para padres e hijos adoptivos. “Lo hacíamos una vez a la semana cuando teníamos a nuestra primera hija, y otra vez con nuestra segunda hija”, dice.
Los médicos de familia y los profesores pueden facilitar las comunicaciones con las familias adoptivas, aprendiendo a usar términos como ‘padres biológicos’ o ‘padres de nacimiento’ en vez de ‘padres reales’, dice Goldwater. Los profesores también deberían saber lo que puede desencadenar una ansiedad en los jóvenes.
“Una tarea que requiere una foto de bebé puede ser traumática para un niño que no tiene fotos suyas de bebé”, dice Goldwater. Los proyectos de árboles de familia, y el día de la madre pueden ser también un estallido para las emociones profundas.
“Hacer que los profesores sean conscientes de cómo deben hablar sobre la familia, qué tipo de lenguaje usar, qué puede haber en el currículo que pueda ser una dificultad, es importante”, dice. Ella recuerda a una familia cuya hija, adoptada en China, se vino abajo en el colegio un día cuando su clase leía un texto que describía cómo los bebes en China a veces son abandonados o llevados a orfanatos.
Mary Brophy Marcus
Health Day
Traducción: Lucía Piratte