La Conferencia de La Haya trabaja para regular los costes de adopción

La Oficina Permanente sobre Adopción Internacional de la Conferencia de la Haya ha iniciado un proyecto con el que busca regular o, al menos, efectuar recomendaciones a los gobiernos sobre el coste económico de las adopciones internacionales, algo que repercute en el tráfico de niños.

Así lo ha explicado una de las oficiales jurídicos de la Conferencia de la Haya implicada en el proyecto, Laura Martínez Mora, quien participó en las Jornadas de Adopción Internacional, organizadas en Logroño por el Ministerio de Asuntos Sociales y el Gobierno de La Rioja.

El proyecto se encuentra «en una etapa preliminar», en la que se ha reunido un grupo de expertos para analizar esta cuestión y, en primer lugar, «definir» los conceptos que tienen coste económico dentro de un proceso de adopción internacional, ha añadido.

Ha explicado que se esperan conseguir durante 2013 «unas tablas» que den parámetros sobre esos costes y que aporten transparencia a la adopción internacional.

«Si estas cuestiones no están bien reguladas, pueden deparar abusos, corrupción, tráfico de niños y, de hecho, hay países que han cerrado los procesos de adopción porque han visto abusos», ha admitido.

Martínez Mora ha admitido que es «complicado» acotar el coste global de las adopciones internacionales porque difiere en función de los países y trámites a seguir, pero, «una vez que tengamos una idea más clara, podemos hablar de qué es un pago razonable».

Ha dicho que, con ese concepto de «pago razonable», se elaborará «una lista de buenas prácticas» para las entidades que trabajan en adopción y, además, se pretende crear un formulario en el que las familias adoptantes detallen las cantidades que pagan en el proceso.

«Hay casos en los que el coste de adoptar a un niño de Etiopía, Rumanía o Ucrania, por ejemplo, es desorbitado y no se explica a las familias a dónde va a ese dinero», ha afirmado esta letrada, cuyos datos indican que, en algunos casos, se piden a las familias «donaciones» para entidades que trabajan en el país de origen de los niños a adoptar.

«Al final, si hay irregularidades o cosas que no están claras, las víctimas son los menores y la adopción internacional en general porque se daña la imagen y la legitimidad del proceso», ha dicho.

Por ello, la Conferencia de la Haya, ha asegurado, considera que hay que «separar lo que son los procesos de adopción de la cooperación al desarrollo» y que los pagos de las familias deben destinarse de forma específica al proceso de adopción.

vidayestilo.terra.e

Los comentarios están cerrados.