Los plazos para la adopción internacional alcanzan ya los siete años de espera

Formar un hogar requiere para ellos altas dosis de paciencia. Los padres que quieren adoptar a un niño en el extranjero soportan esperas que ya alcanzan los siete años en destinos como China. El alargamiento de plazos se debe al incremento de solicitudes en determinados países y a la reducción de menores que entran en el sistema. El resultado: una demora interminable para cientos de valencianos.

«Las adopciones internacionales son cada vez más complicadas y han cambiado mucho en los últimos 15 años», advierte Miguel Góngora, presidente de la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional (Adecop). Los tiempos hasta obtener la preasignación de un niño chino han pasado de resolverse en apenas un año en 2006, a llegar a los siete en la actualidad. Según las fuentes consultadas, ahora se están asignando expedientes de septiembre de 2006 en el gigante asiático. Hasta cinco años tardan en Colombia y tres en Panamá.

Góngora recuerda que la adopción internacional «es la última medida de protección, el último paso». Si el país mejora su nivel económico, como ha ocurrido en China, hace que haya más adopciones dentro del propio país y que padres que antes entregaban a sus bebés, ahora no lo hagan. Todo ello conlleva que el proceso se dilate cada vez más. En el caso de Colombia, «se trata de un país refugio, muy seguro y estable, que también tiene un número limitado de niños», asevera el presidente de Adecop.

Aunque la demora se da ya desde el principio, con la concesión del certificado de idoneidad por parte de la Generalitat Valenciana, un documento indispensable para iniciar el proceso. Tal y como confirman diferentes Ecais, intermediarias autorizadas por la Conselleria de Bienestar Social en los procesos internacionales, «este trámite llega a alargarse año y medio cuando hace un tiempo se tardaba cuatro meses». Las mismas fuentes achacan esta situación a una reducción de personal.

Un problema añadido con el que se están encontrando las familias es que se ha paralizado la admisión de solicitudes a Etiopía y Filipinas. En el caso del país africano, fue la Comisión Interautonómica de Directores de Infancia (dependiente del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales), la que a la vista del elevado número de solicitudes en el país pendientes de resolución, acordó no admitir nuevas desde el pasado 16 de octubre. «Etiopía funcionaba muy bien. El plazo de espera no eran demasiado largo, estaba en algo más de dos años, y era muy solicitado. Pero ahora se ha restringido», lamenta Góngora.

De hecho, el año pasado fue el país más demandado en la Comunitat para adoptar a un menor, con un total de 86 solicitudes. A lo largo de 2012 se han presentado, hasta su paralización el mes pasado, 47 peticiones más para el país africano, según fuentes de la Conselleria de Bienestar Social.

Desde ese momento, decenas de familias que querían iniciar el proceso para Etiopía han tenido que cambiar su opción. «Pero cada vez resulta más difícil porque no saben por qué país decantarse. Rusia es actualmente el que menos espera tiene pero su coste es más elevado», apunta el responsable de Adecop, desde donde han enviado una carta al ministerio. Todavía aguardan a que el organismo dé una respuesta «para que se vuelvan a aceptar estos expedientes».

89 expedientes

La decisión del Gobierno no afecta a las solicitudes ya en curso o pendientes de tramitación. En la actualidad, hay 89 expedientes en Etiopía de familias valencianas y otros 104 que aún no han sido remitidos al país «y están en distintas fases de tramitación», manifiestan desde Bienestar Social.

El presidente de la asociación Abay (que asesora en la adopción en Etiopía), Francisco Carrión, defiende que esta medida de suspensión cautelar «es preventiva, para no colapsar» el país, por lo que lo considera una decisión acertada.

En el caso de Filipinas, la autoridad central del país en adopciones viene tomando desde diciembre de 2010 diferentes medidas para corregir la desproporción entre el número de solicitudes y la cantidad de menores susceptibles de entrar en el proceso. Estas restricciones culminaron en una resolución dictada por el organismo el pasado 17 de agosto en la que establece un sistema de cupos para aceptar nuevas solicitudes y para asignar niños en función de los expedientes pendientes de cada Ecai. «Como consecuencia de esta decisión se esperan plazos muy largos de tramitación tanto para los asuntos de la única entidad acreditada en la Comunitat (ACI), como los que se hacen a través del ministerio», comentan desde Bienestar Social.

Debido a estas trabas, la dirección general del menor de la conselleria ya optó por no aceptar nuevas solicitudes el año pasado. A pesar de ello, aún quedan 76 peticiones procedentes de la Comunitat a la espera de asignación en Filipinas.

Entre enero y junio de este año se han constituido seis adopciones de Etiopía y otras tantas de Filipinas, correspondientes a expedientes que se iniciaron en años anteriores.

B. Lledó

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