El retraso de la maternidad puede provocar una «epidemia de esterilidad»
Expertos mundiales en reproducción asistida, de especialidades como la ginecología, la biología, la bioquímica, la ginecología o la bioética, han alertado sobre la posibilidad de que en los próximos años se produzca «una epidemia de esterilidad» entre las mujeres motivada por el retraso actual de la maternidad y por los hábitos de vida actuales.
Así lo han afirmado en un encuentro que ha reunido en Alicante durante dos días a 150 expertos, un evento que ha sido clausurado por el director general del Instituto Bernabeu, en el que se ha puesto de manifiesto que el 20 por ciento de las parejas presenta algún problema de capacidad reproductiva y una de cada tres mujeres tiene una mala calidad ovárica que dificulta la concepción.
El director general del instituto, Rafael Bernabeu, ha indicado además que los abortos en reproducción asistida «ya no son responsabilidad exclusiva de las madres», sino que el padre también lo es, de acuerdo con los últimos estudios que desprenden que la carga genética que ambos progenitores transmiten a los embriones puede ser la causante.
«La madre debe dejar de soportar en solitario la presión social y emocional porque no es la única causante de las interrupciones del embarazo», ha declarado.
Los expertos han coincidido con Bernabeu en que cualquier estudio de un aborto requiere un enfoque multidisciplinar que incluya la carga del padre, ya que también los malos hábitos de un padre «pueden transmitir anomalías a los embriones que desemboquen en un aborto».
Así, científicos como la asesora en temas de Bioética del gobierno británico de David Cameron, Gillian Lockwood, o el experto Thomas Mathews de la clínica Bourn Hall de Cambridge –donde nació el primer bebé probeta– han pronosticado que, a corto plazo, «los nuevos tratamientos de reproducción asistida provocarán un descenso del 50 por ciento en los abortos que se producen actualmente».
Otro tema que se ha tratado ha sido el fenómeno de la ovodonación, que se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años debido al agotamiento de la fertilidad de las mujeres que quieren tener un hijo. Los expertos, sin embargo, abogan por superarla con tratamientos que puedan recuperar la capacidad fértil de las mujeres y han concluido que el recurso a la ovodonación ha de ser una de las últimas opciones.
Segunda revolución de la mujer
La congelación de óvulos ha sido tema importante de las ponencias. Gillian Lockwood, especialista en nuevos conceptos y tendencias en la planificación familiar actual, asegura que se está produciendo la «segunda revolución de la mujer», tras la normalización del uso de la píldora –considerada la primera– con la congelación de óvulos o la vitrificación en edades tempranas, como método más fiable de una maternidad futura.
Ha explicado que la normalización de la técnica de congelación de óvulos provoca que «el reloj biológico de la mujer se detenga» y ha asegurado que el momento óptimo para congelar óvulos es antes de los 25 años. De todos modos, ha advertido que es «mejor» un óvulo congelado de una mujer de 36 años que uno fresco de una de 42.
Respecto a esto, ha criticado que el retraso de la maternidad a los 40 años como un fenómeno de la sociedad actual es «una tragedia de la que nadie quiere hablar, pero que es muy real y que muchas mujeres que quieren ser madres nunca lo logran, porque a esas edades la respuesta ovárica es muy baja».
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