Las peticiones para adoptar en el extranjero se desploman por la crisis
Andalucía y Cataluña lideran la caída con un 67 y un 55 por ciento menos de solicitudes. Las malas condiciones económicas se suman al endurecimiento de los requisitos por parte de muchos países
El «boom» de las adopciones internacionales ya es pasado. La crisis y el endurecimiento de las condiciones para adoptar impuestas por los países de origen de los menores han provocado una caída progresiva de las solicitudes de las familias en estos últimos años, tendencia que se ha acelerado coincidiendo con la recesión económica. Ese frenazo en seco en la demanda ha sido generalizado en toda España, aunque Andalucía y Cataluña son, con diferencia, las comunidades en las que, tanto la cifra de familias que quieren adoptar en el extranjero como las que finalmente culminan el proceso (algunas ya tenían el expediente en marcha), ha caído de manera más significativa.
La persistencia de la crisis económica ha llevado a que cada vez menos familias estén en disposición de afrontar el gasto que supone una adopción, de entre 7.000 y 40.000 euros en función del país, y las agencias intermediarias de estos procesos son testigos impotentes de una avalancha de procesos interrumpidos. «Llevamos años de caída en picado», afirma en declaraciones a este diario Antonio Mercadal, director de la Entidad Colaboradora de Adopción Internacional Infancia y Futuro (ECAI).
Según datos del Instituto de Estadística de Andalucía, las peticiones de adopción internacional se han desplomado en los últimos años en esta Comunidad, lo que se traduce también en una disminución de entre un 57% y un 67% de los procesos culminados. Especialmente significativo es el caso de Sevilla, donde desde 2007 la cifra de menores extranjeros llegados a la capital ha descendido un 67%. Comportamiento similar ha tenido Córdoba, donde se registraron durante ese mismo período un 57% menos de adopcines de menores extranjeros, caída que puede extrapolarse al conjunto de la Comunidad andaluza.
Requisitos más «duros»
Otra de las comunidades que más ha notado la crisis en cuanto a adopciones se refiere es Cataluña, donde las peticiones para adoptar fuera de España han disminuido un 55%.
Por lo que respecta a expedientes cerrados con éxito, éstos han caído un 30% entre 2008 y 2012, pasando de 826 a 551, según datos facilitados a este diario por la consejería de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, que atribuye esa tendencia bajista, principalmente a la crisis, pero también «al endurecimiento de los requisitos adoptivos».
En Valencia, las solicitudes han bajado un 40% y las adopciones llevadas a cabo del orden de un 24%, según datos de la Comunidad. Por lo que respecta a los expedientes de adopción cerrados en el conjunto de España, según datos del Miniserio de Sanidad consultados por ABC, entre los años 2007 y 2011, la cifra de adopciones internacionales culminadas ha disminuido más de un 30%, pasando de las cerca de 3.648 registradas hace seis años a un total de 2.500 en 2011.
La caída en picado de estos procesos se ha dado, de manera general, entre los años 2011 y 2012. Expertos en adopción consultados por este diario coinciden en que es «lógico» que se circunscriba en esta última etapa. «Es comprensible que coincida con estos años porque la capacidad económica de las familias se ha ido desgastando con tanto tiempo de restricciones económicas», indicaron a ABC.
Entre 7.000 y 40.000 euros
El coste total de una adopción varía en función del país y también de las condiciones de la Comunidad en la que se impulsa el proceso. Puede oscilar entre los 7.000 y los 40.000 euros.
En China, por ejemplo, la cantidad a desembolsar asciende a 10.000 euros aproximadamente. Rusia y Vietnam son algunos de los países más caros, entre 15.000 y 30.000 euros; mientras que en algunos países africanos como Etiopía el tiempo de espera es menor que la media y puede cerrarse el proceso por unos 7.000 euros.
«Esa cifra cambia, a veces, a lo largo del proceso porque el país puede variar las condiciones y eso encarecer el trámite», precisa a este diario T. H., una madre que lleva años esperando a su pequeña etíope, que, finalmente, le llegará a finales de este año. «Entiendo perfectamente que con la que está cayendo y ante la incertidumbre de lo que se avecina, muchos padres se echen atrás en espera de que amaine la crisis», dice T. H.
«El coste total de una adopción cubre los viajes y estancias al país por parte de las familias y las minutas de la tramitación (generalmente, los lleva a cabo una entidad autorizada por el Gobierno), costes legales, de traducción…», según explica Antonio Mercadal, director de la ECAI Infancia y Futuro, especializada en Rusia, uno de los países emisores estrella durante años. Independientemente del coste total, todas las familias que arrancan un proceso de adopción internacional deben abonar unos 1.600 euros, coste que en algunas comunidades autónomas es más reducido porque la administración lo subvenciona en parte.
Iremos a peor
Mercadal lleva años operando en el sector de las adopciones y ha vivido en primera persona ese «pinchazo» de los últimos seis años.
«La Administración, central y autonómica, maquilla la caída de la actividad del sector», dice Mercadal. Según explica, «la caída de las adopciones es de un 70% sobre el terreno». El panorama futuro no es, a su juicio, «esperanzador». «Seguramente, iremos a peor», sentencia.
Esther Armora
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