El mercado clandestino de adopciones en Estados Unidos
Padres que adoptan menores de edad y que luego se arrepienten los ofrecen por Internet.
Todd y Melissa Puchalla intentaron durante más de dos años criar a Quita, la conflictiva adolescente de Liberia que adoptaron. Cuando decidieron que no podían más, pusieron un anuncio en Internet y en menos de dos días hallaron nuevos padres adoptivos para la muchacha de 16 años.
Nicole y Calvin Eason, una pareja de treintañeros del estado de Illinois, respondieron rápidamente. La entrega de la adolescente no involucró abogados, ni tampoco funcionarios de agencias de protección de niños. Los Puchalla simplemente firmaron una declaración ante un notario, entregando la custodia de Quita a unos desconocidos.
Para Melissa Puchalla, los Eason “parecían maravillosos”. Pero si hubiera investigado un poco, quizás habría descubierto lo que Reuters supo: unos años antes, las autoridades le habían quitado a Nicole Eason la custodia de sus dos hijos biológicos. El único documento oficial demostrando su capacidad como padres, en teoría escrito por un trabajador social que visitó el hogar de los Eason, era falso y fue creado por ellos mismos. Nicole Eason y otro hombre, Randy Winslow, habían adoptado en el 2006 a un niño de 10 años anunciado por Internet. Más tarde Winslow fue arrestado y cumple ahora una condena de 20 años en una prisión federal por enviar y recibir pornografía infantil.
Cuando llegó a Estados Unidos, Quita pensó que había arribado a “un lugar más lindo, un lugar más seguro. Pero acabó no siendo así”, dice hoy. La adolescente acabó cayendo en el mercado subterráneo de adopciones de menores de EE. UU., una red donde los padres desesperados buscan nuevos hogares para los niños que se arrepintieron de adoptar.
Igual que Quita, hoy de 21 años, esos pequeños despreciados son normalmente víctimas de una adopción internacional que salió mal. A través de grupos de Yahoo y Facebook, padres adoptivos y otras personas anuncian a los niños no queridos y los entregan a extraños, en un proceso con poco o ningún escrutinio del Gobierno que a veces es ilegal, reveló la investigación de Reuters.
Sin ningún control
Es un mercado que en gran parte no está regulado y donde las necesidades de los padres van generalmente por delante del bienestar de los huérfanos que ellos trajeron a Estados Unidos. No hay leyes específicas para enfrentar el asunto y ninguna agencia gubernamental supervisa los grupos de adopción en Internet.
La práctica es llamada ‘realojo privado’, un término que se usa para las personas que buscan nuevos hogares para sus mascotas. Y a juzgar por las solicitudes publicadas en los foros con anuncios de este tipo en Internet, los paralelos son asombrosos. “Nacido en octubre del 2000, este apuesto niño, Rick, fue traído hace un año de India, es obediente y deseoso de agradar”, dice uno de los anuncios. Una mujer que dijo ser de Nebraska ofreció un niño de 11 años que había adoptado en Guatemala. “Me avergüenza totalmente decirlo, pero realmente odio a este niño”, escribió.
Reuters analizó 5.029 mensajes publicados en un periodo de 5 años en una cartelera de anuncios por Internet, en Yahoo. En promedio, un nuevo niño era anunciado cada semana. La mayor parte de los chicos tenían entre 6 y 14 años y fueron adoptados en el extranjero, desde Rusia a China, Etiopía o Ucrania. El más joven tenía 10 meses. Un participante se refirió a estos foros como “granjas donde seleccionar niños”. Yahoo ha desactivado algunos de ellos, pero hay otros activos en Facebook.
Algunos niños realojados han sufrido abusos severos. Una niña adoptada en China y luego enviada a un segundo hogar dijo que la obligaron a cavar su propia tumba. Otra adolescente adoptada en Rusia contó cómo un chico en una casa orinó en ella después de que ambos tuvieron sexo.
Hijos violentos
Los padres que ofrecen a sus niños en Internet dicen tener pocas opciones. En los foros, aseguran que los hijos se volvieron abusivos y violentos, aterrorizándolos a ellos y a otros niños en la casa. Los pequeños adoptados internacionalmente son especialmente susceptibles de ser realojados. Reuters descubrió que al menos el 70 por ciento de los niños ofrecidos en el foro de anuncios de Yahoo eran publicados como nacidos en el extranjero.
Los estadounidenses han adoptado unos 243.000 niños procedentes del exterior desde fines de la década del 90, pero ninguna autoridad registra sistemáticamente lo que sucede con esos chicos una vez que llegan al país. Transferencias como las que involucraron a Nicole Eason, la mujer que desapareció con Quita, las adolescente de Liberia, puede que nunca lleguen a registrarse. A pesar de su problemática historia, Eason tuvo éxito en la adopción de al menos seis niños más a través de Internet.
Cuando se le pidió a los Eason que explicaran por qué las autoridades de dos estados dicen que sus hijos fueron retirados de su hogar, Nicole asegura que se trataba de una mentira.
Un investigador policial que siguió de cerca el caso de otro niño que esta pareja obtuvo por Internet reconoce que desconocía la legislación que rige las transferencias de menores de edad entre estados hasta que fue contactado para este artículo. El funcionario se mostró frustrado por su incapacidad de poner fin a lo que hacían los Eason y lanzó una advertencia: “Se está exponiendo a esos niños a tráfico de personas, a tráfico sexual y a esclavitud sexual”.
En manos de gente peligrosa
La historia de cómo los Eason obtenían la custodia de niños y niñas a través de la Internet expone el fracaso casi total de las autoridades para reprimir a quienes usan la red subterránea de intercambio de niños en Estados Unidos, según reveló una investigación de Reuters. Como los realojos privados suelen evitar al Gobierno, el único veto a las futuras familias lo hacen los padres que quieren deshacerse de los niños. Eso aumenta el riesgo de que los chicos puedan caer en manos de gente peligrosa. La única defensa para los pequeños es la llamada Ley ICPC, que sin embargo es un débil obstáculo para los abusadores.
MEGAN TWOHEY
www.eltiempo.com