Estamos abandonando a los niños del sistema de protección
Rita Soronen es la presidenta y CEO de la Fundación Dave Thomas para la Adopción. Desde 2001, Soronen ha trabajado para encontrar familias adoptivas para cada uno de los más de 134.000 niños que esperan en los sistemas de protección de menores de EE.UU. y Canadá.
Este gráfico muestra los consecuencias para muchos de los niños que » envejecen» en el sistema de protección a los 18 años , con pocos o ningún recurso .
En el año 2012 en los Estados Unidos, 23.439 niños del sistema de protección de menores cumplió 18 años y se » emanciparon » o » caducaron». En términos simples, la mayoría de ellos fueron puestos en el mundo por su cuenta sin vivienda, ayuda financiera o apoyo emocional.
Tome Adrian, ahora de 27 años. Después de ser ingresado en el sistema a los 6 a causa del abuso de drogas y alcohol de su madre, se quedó en el sistema, pasando de una casa a otra, hasta que con 18 años resultó demasiado viejo para el sistema. Él encontró la fortaleza para ingresar en la universidad, usando la camioneta del condado de su trabajador social que le ayudó a mudarse allí.
Su compañero de cuarto iba a casa en las vacaciones escolares y tenía una madre que se ocupaba de él. Adrian no tenía a nadie a quien llamar cuando vivió en la escuela – ninguna familia para llamar a casa, nadie a quien enviar un regalo, nadie que se ocupara de ver cómo estaba. Trabajó casi 60 horas a la semana sólo para pagar la universidad, y cuando, finalmente, sus calificaciones bajaron, fue expulsado. Luchó con los altos y los bajos de la depresión. Como dijo Adrian sobre los niños en hogares de guarda: «No estamos equipados para transitar por este mundo solos. »
En 2012, las autoridades de Estados Unidos recibieron más de 3,3 millones de denuncias de abusos, lo que representa cerca de 6 millones de niños, o el 8% de la población infantil. De esos informes, después de la investigación y la intervención, alrededor de 400.000 niños fueron colocados en hogares de acogida, y de ellos, casi 60.000 lo fueron de forma permanente lejos de sus familias de origen.
Estos son los niños que fueron abandonados o maltratados por sus padres – física o sexualmente, o ambos – y que por las atrocidades, un juez cortó de forma permanente los derechos de los padres para reclamar a sus hijos como propios. Terminar, o legalmente poner fin, al derecho de los padres para criar a un niño no es algo que un juez decida a la ligera. De hecho, los padres reciben oportunidades legales, sociales y del sistema para mantener sus familias intactas – demasiado a menudo poniendo al niño en riesgo de daño físico o emocional.
Porque sabemos que los niños deben crecen en familias – y no en instituciones o en atención transitoria, temporal – hicimos una promesa a los niños. Les prometimos el día en que fueron separados permanentemente de sus familias que les encontraríamos unos nuevos. Un lugar al que llamar casa, donde ser amado, apoyado y querido, como todo niño debería tener.
Fallamos a 23.439 niños el año pasado, y legalmente les emancipamos. Este mundo no es un lugar fácil para que los niños crezcan y se desarrollen por su cuenta. Demasiado a menudo ni siquiera es un lugar seguro.
No nos engañemos, muchos adultos dedicados y capacitados han dado un paso adelante para cuidar de estos niños, sus trabajadores sociales, consejeros o padres adoptivos temporales. Algunos incluso mantienen el contacto una vez que un niño sale de la atención del sistema.
Y algunos estados han trabajado duro para extender la protección hasta los 21, pero los recursos para jóvenes de más edad son limitados y de difícil acceso. Un informe de Salud y Servicios Humanos concluyó que el programa federal de atención para la emancipación – cuya intención es ayudar a los niños de acogida a hacer la transición a la edad adulta – es inconsistente de estado a estado y ofrece muy poco para estos jóvenes con problemas. Y simplemente no es un sustituto de una familia.
Teniendo en cuenta el trauma que estos niños han sufrido a una edad temprana, los movimientos de familia de acogida en familia de acogida y el abandono que sienten, no es de extrañar que se encuentran con mayor riesgo de un futuro sombrío.
Estudios conservadores concluyen que uno de cada cinco se quedaran sin hogar después de los 18; a los 24, tendrán empleo sólo la mitad; menos del 3% habrá conseguido un título universitario; el 71 % de las mujeres estará embarazada a los 21; y uno de cada cuatro personas habrán experimentado trastornos por estrés postraumático con una tasa superior al doble de la que han experimentado los veteranos de guerra de Estados Unidos. Y con demasiada frecuencia, muchos estarán en riesgo de ingresar de nuevo a los sistemas de protección del gobierno – desde los centros juveniles a la prisión.
Renee, ahora de 25 años, era joven cuando su madre se volvió adicta a las drogas y ya no podía cuidar de ella ni de su hermano. Ellos fueron colocados en hogares de guarda, se movieron dentro del sistema de protección de menores, y finalmente “caducaron”. Ella no tiene donde ir ahora.
Ahora en su soledad como adulto joven, se enfrenta a obstáculos que podrían haberse evitado. Renee me dijo que, » los niños que nunca se han valido por sus propios medios antes quedan en una mala situación una vez que terminan los primeros meses del programa de apoyo. Si no puedo pagar una factura, ¿quién va a ayudarme a hacerlo? Tuve que ser una pionera, eso es todo lo que sabía. Es una táctica de supervivencia. Todavía siento que no tengo ninguna orientación. Todo para mí es prueba y error, y no me gusta eso. »
Dante lo define de una manera realmente sencilla: «Yo sólo quería una familia y un hogar», dijo. Después de casi 12 años, salí del sistema de protección sin ninguno de ellos.
Hay un ciclo de violencia y desamparo innato en la vida de los cientos de miles de niños del sistema de protección de EE.UU. Y sin embargo, millones de estadounidenses no son conscientes de que miles de niños permanecen en este ciclo. Y los encargados de su protección no pueden comprometerse a brindar mejores soluciones para el apoyo educativo y profesional, el empleo, la formación para la vida y hogares seguros.
Es nuestro deber como nación poner fin a este ciclo. Hemos hecho promesas a estos 101.000 niños del sistema de protección que esperan ser adoptados que encontraríamos para ellos un hogar seguro y de apoyo. Debemos tomar la iniciativa y trabajar más duro para conseguir eso. Si los niños han sido separados permanentemente de sus familias y se los ha promovido para la adopción, es inaceptable que terminen sin una familia.
Abril es el Mes Nacional para la Prevención del Abuso Infantil, seguido en Mayo por el Mes Nacional de la Crianza Temporal. Aproveche estas ocasiones para llamar a su representante o senador de EE.UU., hablar con sus representantes estatales o escribir una carta a gobernador para instarles a centrarse en el sistema de protección de la infancia para que la salud, la seguridad y el bienestar de los niños en sus estados sea una prioridad sin compromisos .
Podemos hacer que la vida de todos y cada uno de los niños estadounidenses sea motivo de celebración y alegría. Debemos exigir justicia y seguridad en todos los niveles para los niños, no sólo porque es su derecho humano básico, sino porque los que crezcan y aprendan en entornos justos y con la protección de sus familias, en última instancia crearán sociedades humanas y prósperas como adultos.
Rita Soronen
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