Adoptantis

Hoy en día se entiende que una familia la pueden formar distintas personas:  madres solteras, pareja de hombres, de mujeres, familias mixtas…

Nuestros hijos lo ven cuando viajan, cuando caminan por el barrio e incluso lo ven en el cole y lejos de querer obviar el tema, habría que hablar con nuestros hijos no solo para que lo entiendan sino que aprendan a aceptar las diferencias. Lo importante es crear un canal de comunicación con ellos para que seas tú el que le des la información. Hoy te contamos por qué es importante hablar con ellos sobre los distintos tipos de familia.

Tal y como os contamos en este post, debemos mantener despierta la curiosidad del niño. Como padres y educadores, debemos fomentar su pensamiento creativo, el crítico y la producción de ideas originales. Y esto implica enseñar a través de la colaboración, y no tanto por medio de la instrucción.

A pesar de que la palabra familia tiene significados distintos para muchos, sí existe un denominador común: llamamos familia a la gente de nuestro entorno más inmediato que son importantes. Pero, ¿cómo definirías tú la familia? Empieza por allí.

No está de más recordar que aunque la familia fundada en la unión entre hombre y mujer ha sido el modelo principal de familia hasta hace poco, no hay consenso sobre una definición universal de la familia.  Lo importante es que entiendan que no importa tanto quién conforma la familia sino cómo. Al final del día, lo importante es que en la familia se goce de amor, cuidado, cariño, diversión, protección, educación y valores.

Hoy en día existen muchas clasificaciones de familia. La familia monoparental (en la que el hijo vive con un solo progenitor); la familia mixta (uno o ambos miembros de la actual pareja tiene hijos de uniones anteriores); familia homo-parental (una pareja de hombres o mujeres que se convierten en progenitores); la familia de padres separados, la familia adoptada y la familia multi-generacional, donde los niños viven con sus abuelos.

Cómo  y por qué explicárselo a los niños 

Los expertos dicen que si un niño tiene la edad suficiente para preguntar, tiene la edad para una respuesta. Pero ojo, es importante no dar más detalles de los que nos piden y se tiene que tener en cuenta su edad y su nivel de madurez. Se paciente en la conversación que tengas y escucha. Ante una pregunta tipo: “Mamá, ¿por qué Lucia tiene dos papás?”, prueba a preguntarle qué opina él o ella.

Antes de aleccionar a nuestros hijos o condenar lo que otros hacen, es importante ayudarles a pensar por ellos mismos y sacar sus propias conclusiones. Aceptar la diversidad no solo es una lección importante a aprender sino que les servirá para integrarse mejor a nivel social y profesional. Porque no cabe duda: vivimos en un planeta variado, diverso y multi-cultural.

La homosexualidad, por ejemplo, es, según Jokin de Irala, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra, “uno de los contenidos lógicos de la educación afectivo-sexual y, por lo tanto, los padres deben seguir los mismos criterios que siguen cuando explican la educación afectivo-sexual en general: transmitir siempre una información precisa, verdadera pero suficiente”.

En otro artículo, publicado por El País, destacan otra razón a tener en cuenta a la hora de explicarles a los hijos los distintos tipos de familia que existen porque: “hay una estrecha relación entre el bullying y la identidad sexual”.

Para aquellos padres que les cueste hablar de estos temas o necesiten ayuda, pueden recurrir a los 10 libros seleccionados en ese mismo artículo, “que desarrollan de manera sencilla y didáctica los modelos de familia no tradicionales, la homosexualidad y la identidad de género”.

A pesar de nuestras propias creencias y prejuicios, lo importante es criar a nuestros hijos de manera que crezcan aceptando las diferencias, que sean respetuosos y felices.  Respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, género, religión o incluso discapacidades,  no solamente es importante en un mundo cada vez más globalizado, sino que prepara a los niños para ser solidarios, a valorar y aprender de otros, a ser tolerantes y respetuosos, y a evitar que tomen decisiones basadas en prejuicios y estereotipos.

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