Conversaciones: pluralidad de configuraciones familiares
Hoy en Conversaciones dialogamos acerca de los diferentes formatos familiares y sus implicancias en el desarrollo de los niños. Escuchamos a profesionales y empatizamos con algunas historias personales. ¿Cómo es tu modelo familiar?
En esta mesa el tema disparador fue «las nuevas configuraciones familiares» que se suman a la familia tradicional -familia unipersonal, monoparental, ensambladas, homosexual-. Además, más allá del «tipo» de familia, los roles familiares también están modificándose, ya no se ejercen de la misma manera.
Si tenemos en cuenta que la familia cumple una función central en nuestro desarrollo, tanto a nivel personal como colectivo, dada nuestra naturaleza social, vemos claramente que «la familia» tiene implicancias significativas.
Nos pareció interesante sumar a esta conversación la experiencia de Daniel Rueda, que se vincula con los nuevos modelos familiares. Tomó la decisión de adoptar dos chicos y conformar una familia monoparental. Optó por el sistema de adopción internacional; sus hijos nacieron en Haití. Su caso fue leading case en ese país.
Esta historia no solo habla de un formato de familia diferente a la «tradicional», sino que transciende las fronteras familiares y se liga con la integración desde el reconocimiento, respeto y aceptación de la diversidad cultural.
Nos contó que ser papá fue la decisión más importante de su vida.
¿Daniel, te cuestionaste esto de encarar la paternidad solo? Y en ese caso ¿Cómo resolviste esta tensión interna de animarte a romper el molde de la familia tradicional como «modelo de referencia»?
Daniel: Es fundamental que el deseo sea muy claro, y para eso a veces es necesario aceptar ayuda profesional; no es una decisión fácil. Tenés que prepararte, tomarte el tiempo necesario hasta que sientas la certeza de que es el momento de hacerlo, sobre todo desde lo emocional.
Beatriz Sabah: Es importante desarrollar una paternidad y maternidad responsable, esto es un deseo de la humanidad. Esta preparación debe darse en cualquier caso. Puntualmente en la adopción, cuando no tenés posibilidad de procrear, es necesario resolver algunos conflictos que no son sencillos, pues implica una renuncia a lo biológico. Es fundamental prepararse.
¿Cuáles son los valores afectivos que un niño debe recibir sí o sí de su núcleo familiar, para desarrollarse de manera sana?
Beatriz: Hay dos cosas que son imprescindibles: el amor y el cuidado. No debemos suponer que esto es algo que viene dado, sabemos que las familias tienen de todo: amor, cuidado, odio, maltrato, abuso. Entonces la familia por sí misma no los asegura, es necesario trabajarlos y desarrollarlos.
Más humanos somos si nos han amado y cuidado, es decir, si recibimos calidez en la crianza» (Beatriz).
Es un prejuicio suponer que una familia tradicional es la que brinda amor y cuidado. ¿Cómo creen que impactan los cambios que hay en los «modelos familiares» con la función social que cumple la familia?
Beatriz: Las transformaciones familiares son en general, no solo en cuanto a su configuración, sino en los roles, en la sexualidad, en lo individual y la pertenencia; todo eso va transformándose conjuntamente con los cambios sociales que van dando lugar a la familia postmoderna.
Andrea Maroa: La globalización dio celeridad a los cambios. En el modelo tradicional el rol del adulto era muy claro, transmitía límites claros. Hoy está más desdibujado, hay muchos «adultos adolescenciales», debemos recuperar el rol del adulto.
«Es necesario redefinir el rol del adulto; para que pueda cumplir con los roles de crianza, adaptado a los cambios actuales» (Beatriz)
Roberto Follari: En un amplio sentido, los cambios culturales que vivimos tienen que ver con la liberalización de las costumbres, hay más libertad individual, tenemos acceso a más opciones. Antes si bien las reglas eran más claras, se consideraban duras, uniformes, universales e inmodificables. Por ello la asunción de la regla era muy fuerte, lo que daba lugar al autoritarismo y la rigidez -como desventaja- pero con cierta ventaja relativa en cuanto a la predictibilidad y la capacidad de incorporar la regla. Y esto tiene que ver con el límite. Eso ha disminuido enormemente, de modo tal que hay falta de reglas.
En el vínculo con los hijos es necesario integrar el desarrollo de la afectividad con la determinación de límites, no desde el autoritarismo y rigidez, sino desde un lugar amoroso, de cuidado y responsable.
Roberto: La generación anterior, signada por la revolución sexual de los anticonceptivos, los Beatles y el rock, dio una pela contra el autoritarismo, buscaba establecer una autoridad consensual. Para esa generación «la autoridad» ha sido un lugar difícil de asumir; desafío que quedó para la siguiente generación.
«Es buena la libertad pero no sabemos manejar la ambivalencia de la libertad sin que disminuya el rango de autoridad, es decir que ambas cosas se puedan mantener». (Roberto)
Andrea: El límite da una contención psíquica al niño desde que nace y lo prepara para vivir en sociedad – que tiene normas y leyes- favorece al desarrollo de la adaptabilidad.
Beatriz: la afectividad -o sea que me guste que mi hijo me quiera, estar cerca y dialogar- no necesariamente incluye el otro par que es el cuidado. El cuidado pasa por la norma, entonces uno pude decir que quiere mucho a su hijo pero no lo cuida al no ponerle normas.
Es importante este tema. En la interacción social vamos a enfrentarnos con el desafío de poner límites, a nosotros mismos, a los demás y también respetar los límites de los demás hacia nosotros.
Daniel : Un límite claro no es autoritarismo. Cuando mis hijos me dicen «los tíos son mas buenos que vos» y yo les contesto «eso esta muy bien, ellos son los tíos y yo soy tu papá». En mi caso la integración familiar fue una gran experiencia, implicó el encuentro de dos culturas diferentes, por ejemplo , en Haití son muy machistas con las mujeres, a mis hijos tengo que explicarles cuál es el lugar que tiene la mujer en nuestra cultura. En este proceso me ayudaron mucho los docentes; ellos van a una escuela pública, la Presidente Quintana, y desde el primer día el apoyo de ellos ha sido incondicional. La integración entre los chicos me sorprendió, reconozco que yo tenía mucho mas prejuicio sobre la situación que los mismos chicos.
¡Que nocivos son los prejuicios – y los juicios también- para las relaciones humanas !
El proceso de adaptación que es un punto fundamental en la adopción «el deseo de pertenecer es lo que nos moviliza a desarrollar estas capacidades de adaptación… el amor y el deseo de encontrarse y conformar una familia fueron claves para que este proceso se desarrollara» (Daniel).
Hablamos de tres nuevas configuraciones familiares y sus implicancias: familia monoparental, unipersonal y homosexual.
Sobre la capacidad que tienen estos modelos diversos a la familia tradicional para cumplir con las funciones que le son propias, Beatriz remarcó la importancia de no caer en generalizaciones. En argentina el 75% de las familias monoparentales recaen en mujeres.
Beatriz: En estos casos aumenta la sobrecarga de la única persona que está a cargo, que tiene que trabajar, cuidar, dar afecto y hacer todo; entonces el paquete es muy grande. No siempre se puede, sino hacemos una generalización que a muchas personas les va a doler que digamos eso, porque no pueden, porque no les alcanza, porque no dan abasto.
Daniel: el amor es lo fundamental, yo sé todo lo que doy , también sé todo lo que recibo. Creo que hay escuchar más el deseo, asegurarse que sea genuino y estable.
«Hoy hay mucha inestabilidad porque hay tantas posibilidades de acceder a tantas cosas y de satisfacerlo inmediatamente, que después pasa esto de no ser consientes de lo todo lo que implica y lo que viene luego de tomar una decisión». (Daniel)
Qué opinan respecto de la familia homosexual que es una categoría socialmente aceptada a partir de la ley de matrimonio igualitario?
Roberto: la pluralidad es buena, por su puesto que en el tiempo se verán los efectos de las nuevas configuraciones que hoy no podemos prever, sin embargo la verdad es que muchas familias tradicionales eran muy fallidas. Se dice a veces con liviandad que una familia homosexual puede dar lugar a chicos homosexuales, sin advertir que las personas homosexuales provienen de familias heterosexuales; por otro lado ¿qué tendría de malo que sean homosexuales? Pero, si uno asumiera que eso es un problema, resulta que son los heterosexuales los que procrean homosexuales.
«Creo que es una pluralidad interesante la que se abre que da más opciones y cada quien elegirá aquella en que este más cómodo. La apertura produce libertad.» (Roberto)
Hasta quizás produce mejores condiciones para poder aprender a amar. ¿Cuál es su opinión sobre la tendencia de la familia unipersonal, los solos y los que eligen no tener hijos?
Beatriz: Las cifras nos dicen que en Buenos Aires hay un 14% de viviendas de una sola persona, entre adultas y jóvenes, que a su vez es equitativo entre hombres y mujeres.
Roberto: Hay un sub-grupo, que debemos incluir, aquellos que mantienen pareja sin convivir. Actualmente hay mucha dificultad para establecer compromisos. Establecer una relación que transcienda la inmediatez es complicado en la sociedad actual que se caracteriza por la frivolidad, la momentaneidad, la falta de reglas. Hoy todo aquello que implica posponer la satisfacción inmediata de nuestros impulsos – tener paciencia, afrontar desafíos, esperar- es lo que incomoda.
Andrea: Construir un vínculo implica un esfuerzo, ceder, aceptar. Las relaciones llevan tiempo; implican un proceso. El amor es lo que te une y te predispone para tolerar y re-pactar en los vínculos. El autoconomiento es necesario para estar con otro, uno debe saber cuales son sus límites, lo que puede ceder y lo que no es negociable.
Roberto: Vamos en extremos. Es bueno que ahora uno pueda separarse y no esté condenado a la relación, pero también es vedad que esto ha ido desestructurando la expectativa de largo plazo. Hoy es difícil establecer estabilidad, diría algún grado de predictibilidad, las parejas se rompen fácilmente.
Para mi una palabra clave en cualquier relación es la confianza. Si no hay confianza en mí y en el otro; en que yo puedo abrirme, mostrar mi vulnerabilidad y contarle quien soy, lo que me cuesta y no me cuesta, lo que me sale y lo que no me sale; estamos complicados.
Beatriz: Esther Perel dice que estamos en una época de «ambigüedad estable», es decir que entramos en relaciones de límites absolutamente difusos, relaciones en que se inician pero no demasiado intensas porque da miedo. Muchas idas y muchas vueltas. No hay limites claros, entonces la relación continúa aunque supuestamente se ha terminado, o estamos juntos pero podemos estar con otros.
«Hablar de compromiso implica asumirse responsable de uno mismo y con el otro. Y ser responsable es responder y muchas personas no están dispuestas a responder por otros, entonces es un desafío» (Andrea)
¿Consideran que este fenómeno actual es una transición, de romper con viejos modelos de relaciones hasta encontrar nuevas formas más sanas?
Roberto: Generalmente cuando uno está en una situación complicada piensa que es una transición. El tema es una transición hacia qué – que no lo sabemos- pero además podemos vivir en la inestabilidad indefinidamente en el tiempo, y puede haber incluso aceleración de la inestabilidad, las redes sociales generan un cantidad de situaciones nuevas que hacen que uno no pueda pensar con claridad la transición hacia una nueva estabilidad.
Beatriz: Hoy la depresión aumenta, porque el compromiso da seguridad y afecto. Hay mucha soledad e incertidumbre.
«De todo lo dicho, lo que se ve claramente es que hay un debilitamiento del amor» (Daniel)
El amor como una capacidad de cuidarse a uno mismo y a los demás, mas allá de las circunstancias.
«Es necesario abandonar el narcisismo y pensar en el otro; establecer el respeto» (Andrea)
Roberto: Por otro lado, esto tiene una lógica histórica; no quiero decir que está bien, sino que respondió a algo. Antes se experimentaba una represión, más que sexual diría sensual, del placer en general. La vida era sentida más como un sacrificio. Ante la negación del placer la liberación fue conquistarlo. Cuando hicimos ese giro la responsabilidad fue desapareciendo y generamos un desequilibrio para el otro lado. Entonces se trata de una una tendencia histórica que ha tenido una fuerte densidad para establecerse, por lo tanto no es fácil que desaparezca.
Al parecer hoy la estabilidad es un lugar desconocido; por eso la falta de profundidad en las relaciones. Abrirse implica reconocer vulnerabilidad; que siendo un valor positivo, sin embargo, las personas la perciben como algo negativo.
«Si no te permitís ser vulnerable no podés amar» (Beatriz)
Dado que somos seres sociales necesitamos encontrar formas para amar y construir vínculos nutritivos. Hoy vemos mucha especulación, todo es condicionado, se crean «estrategias». Por eso es importante centrarnos más en lo que damos que en lo que recibimos, lo que nos llena es amar -lo que implica dar sin condiciones- y si das amor eso te nutre y vuelve hacia vos. La vulnerabilidad en definitiva es una fuerza.
Daniel: Creo que tenemos que hacer todos un ejercicio de aceptar ser cada vez más vulnerables.
Beatriz: siempre que estás implicado en una relación afectivamente sos vulnerable, si a un hijo le pasa algo , es terrible para un padre, por ejemplo. En el amor está la vulnerabilidad.
«La cultura hoy nos lleva justamente a no aceptar la vulnerabilidad, la sociedad cosmética es una sociedad donde todo va bien, todo es agradable, todo esta lindo, somos eternamente jóvenes.» (Roberto)
Roberto: El ideal de belleza, el esplendor y el placer que tiene que ver con lo momentáneo. Si tomamos una tensión «el placer vs. el sentido», lo que tiene sentido es lo que te da estabilidad emocional, que establece un nexo fuerte con valores, etc. Y es lo que está dañado hoy, son prácticamente evanescentes en esta época. Toda cuestión intensa que nos moviliza implica el miedo a la pérdida y sentirse en el abismo.
– En definitiva tenemos que intentar integrar el placer con el sentido. Aprender a amar y comprometernos con nuestro bienestar, trabajando nuestros propios ruidos internos; darnos a nosotros mismos para luego brindarnos de una manera sana hacia los demás.
Roberto: para que esto sea posible, debemos imaginar un cambio cultural. Hoy uno ve en los medios, por ejemplo, que son formadores de cultura , que tiene más peso la opinión del que grita mas fuerte, descalifica o desacredita a otro, que aquel que argumenta. Tengo la impresión que la argumentación, como manera de sostener una postura, a perdido mucho peso en esta época. Vemos en las redes sociales que se puede decir cualquier cosa y para colmo las redes sociales influyen a los medios ¡es insólito!, las fuentes son menos consistentes. Por ejemplo que un programa de chimentos se haya vuelto un programa político es algo sorprendente, la política entonces se dirime con gente que no tiene la menor idea de política.
Beatriz. Esto también tiene que ver con la caída de la política, no es un tema solamente de los medios. El respeto de la gente hacia la política se ha modificado totalmente.
Roberto: La responsabilidad es compartida. En otra época cuando habían políticos irresponsables, eran fuertemente cuestionados por una prensa responsable. Los políticos hoy sean irresponsables o responsables -que también los hay- muchas veces son discutidos irresponsablemente por algunos medios. Eso lleva a que la versión que la gente tiene de los políticos se discuta en términos absolutamente primarios, sin criterio, basado en descalificaciones personales y agresiones, no con argumentos.
Se da casi como un fenómeno social, que abarca muchas esferas del quehacer humano, » la mediocrización» de los valores en la política, la función que cumplen los medios, los roles que debemos asumir como adultos, las prioridades que tenemos.
Beatriz: El hecho es que hoy se muestra mucho más y se sabe mucho más , así como también se ridiculiza por su puesto; al haber más información es difícil que «sabiendo tanto respetemos mucho». Hoy idealicemos menos que antes; el psiquismo humano necesita idealizar en algún momento, pero tanta realidad también el psiquismo no la tolera tan fácilmente, la locura tiene que ver con esto, no tolerar la realidad.
«Quiero decir una palabra que no se ha usado en esta mesa «la perversión»; es algo en lo que los seres humanos debemos mejorar, no podemos sostener buenas relaciones desde la perversión». (Beatriz)
Daniel: La perversión va mas allá, no solo en el hacer, sino también en los que no hacen pero «opinan» sobre los demás y descalifican o difaman; lo que habla más mal de esa persona, pero lo que quiero decir, que esto es también una perversión.
Beatriz: Sí es cierto vos estas incluyendo a los otros que miran y atribuyen versiones descalificantes a los demás.
Comúnmente «El chisme», hablar de las personas, el deporte de la «opinología», que al parecer está tan de moda está en nuestra sociedad.
Conclusiones finales
«Esta es una linda época a pesar de los defectos que le encontramos y las dificultades; nos podemos divertir, expresar, comprometer. Podemos hacer muchas cosas, siempre que tengamos lazos que nos ayuden» (Beatriz)
«Es bueno centrarnos en la posibilidad que tenemos de amar y cada uno la canaliza por donde le sea mas sano; yo en mi caso personal de haber adoptado dos niños, lo único que hice es sumar mas vida a mi vida. Soy agradecido, no me creo ejemplo de nada, soy un papá más en una circunstancia determinada y tengo miedos e inseguridades , pero estoy seguro que estoy navegando hacia un buen puerto, no lo dudo» (Daniel)
«El amor es la base de todo, tenemos que ser valientes para aceptar los desafíos y los compromisos, y trabajar en uno para poder mejorar los vínculos con los otros». (Andrea)
«Estamos en una época de mucha libertad, y eso quizás no lo valoren tanto quienes la viven porque no vivieron la época anterior, yo tengo edad para saber que hubo épocas en que hubo muy poca libertad. Creo que a la libertad de hoy debemos adosarle responsabilidad, hay un déficit en cuanto a la asunción de responsabilidad. Si a esta gran libertad, que es una excelente oportunidad de esta época, le agregamos responsabilidad, tendríamos una época espléndida y hermosa» (Roberto)
Los protagonistas de Conversaciones
Daniel Rueda
Abogado mendocino y promotor del arte. Posee su galería de arte denominada como su nombre: Daniel Rueda. Daniel adoptó a dos hermanos haitianos hace unos años atrás y compartió con nosotros su experiencia.
Andrea Maroa
Profesora de Educación Especial para Discapacitados Mentales. Licenciada en Psicología y Diplomatura en Psicoterapia Psicoanalítica.
Roberto Follari
Profesor titular de Epistemología de las Ciencias Sociales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo. Ha sido profesor de posgrado en diversas universidades de Argentina, México, Ecuador, Chile, Costa Rica, España. Uruguay y Venezuela. Autor de diversos artículos y libros sobre filosofía, ciencias sociales y educación.
Beatriz Sabah
Terapeuta sistémica de familia y pareja. Profesora de la maestría en psicoterapia sistémica de la Universidad Aconcagua. Coordinadora de psicólogos en CIBA (Centro de Atención de bulimia y anorexia)
www.mdzol.com