“La escuela es el mejor inicio para una sociedad inclusiva”
Entrevista a Efrén Carbonell, referente de la escuela inclusiva y comprometido desde hace años con la formación y la investigación para una educación de calidad para todos
En octubre hará un año de la aprobación en Catalunya del decreto de Escola Inclusiva. Este establece que todos los alumnos se escolaricen en centros ordinarios, y solo a petición de la familia en centros de educación especial los alumnos con necesidades asociadas a una discapacidad severa o profunda. Por eso, hemos querido entrevistar a Efrén Carbonell, asesor en materia de necesidades educativas especiales al Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya y director de la Fundació ASPASIM de Barcelona, dedicada a los servicios educativos, laborales, residenciales y sociales para las personas con discapacidad. Además, desde 1996 forma parte del grupo de trabajo europeo FORMADIR para la integración de las personas con discapacidad.
¿En pocas palabras cómo podemos definir el modelo de escuela inclusiva?
Es un modelo de escolarización donde todos los alumnos, sin exclusión alguna, se educan juntos en los centros educativos ordinarios. La inclusión es el mayor reto para las escuelas de todo el mundo y es el foco central de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible de Naciones Unidas.
La teoría suena muy bien, ¿pero en una sociedad perfeccionista, elitista y competitiva en la que vivimos funcionará el modelo de escuela inclusiva?
La educación es un derecho universal… y además, desde 2006 existe la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad ratificada por la mayoría de estados miembros de Naciones Unidas. También resulta alentador y supone todo un reto querer romper con este modelo de sociedad que tiende a la segregación. La escuela es el mejor inicio para una sociedad inclusiva. Pero es importante que tengamos en cuenta que un alumno permanece en la escuela entre el 7% y el 12% de su tiempo, el resto está fuera de ella.
¿Actualmente de qué herramientas disponen los centros para que esto sea posible?
El nuevo Decreto Educativo 150/2017 regula de una forma muy correcta los diferentes niveles de intensidad de apoyo que necesita cada alumno en función de sus NEAE (Necesidades Específicas de Apoyo Educativo). Se distinguen entre los soportes universales, los adicionales y los intensivos (estos corresponderían a un apoyo auditivo para un alumno sordo o a un velador para aquel que tiene algún problema de autonomía). Así, pasamos de una visión de déficit a una actuación educativa basada en los apoyos.
¿Qué otros países hay como referentes/ejemplos a nivel internacional?
Los países anglosajones son un buen ejemplo y en el ámbito europeo vamos avanzando. Ahora ya no es momento de hablar de inclusión sí o inclusión no; ahora toca hablar de ¡Cómo la hacemos y que sea de calidad!
Ahora ya no es momento de hablar de inclusión sí o inclusión no; ahora toca hablar de ¡Cómo la hacemos y que sea de calidad!
¿Qué valores surgen en una escuela inclusiva?
En una escuela inclusiva se cultivan y arraigan valores tales como la dignidad, el respeto, la comprensión, la empatía o la solidaridad. Los propios que irán definiendo una sociedad donde quepamos todos sin exclusión y en equidad.
¿Cómo podemos educar, más allá de la escuela, una sociedad más inclusiva?
En esta lucha estamos todos aquellos que no solo creemos, sino que trabajamos en una educación para todos, sin discriminación de ningún tipo. No es que seamos unos soñadores idealistas, sencillamente nos mueve el deseo de construir una sociedad que abarque a TODOS… en el sentido más universal y global posible. Si no es así «la inclusión» pierde todo su significado, y se convierte en una palabra vacía más.
¿Qué respuesta se tiene de la comunidad educativa ante este nuevo modelo? ¿Y por parte de las familias?
La inclusión no es una finalidad en sí misma, es más bien un proceso que pasa por diferentes momentos en función de cada centro. Las familias se tienen que agrupar y constituir en las propias AFAS de las escuelas, en comisiones de Atención a la diversidad y redes InterAFAS.
¿Y los niños que dicen? ¿Podemos decir que la mirada del niño es la más inclusiva de todas?
La mirada del niño siempre es la verdadera, la que está limpia de prejuicios, tópicos y tabúes.
¿Los niños con necesidades especiales encuentran en una escuela ordinaria todo el apoyo y atención especial?
Tenemos que partir de que las escuelas o espacios educativos existen porque hay niños-alumnos con diferentes velocidades de maduración, intereses, carácter, personalidad, condiciones de salud y estilos de aprendizaje distintos. Por eso, cada alumno debería tener esencialmente un nombre, no una etiqueta con más o menos niveles zaherimiento.
Es necesario, por tanto, proporcionar a los alumnos los medios para eliminar las barreras que puedan impedir su participación en los centros ordinarios y, en la medida de lo posible, dentro del grupo de referencia. De hecho, uno de los postulados esenciales de la escuela inclusiva precisa que los recursos acompañan al alumno, y no al revés. El alumno no debería ir donde están los servicios específicos como se sigue haciendo habitualmente.
¿Se está preparado con respecto a profesorado y recursos?
En la actualidad se han puesto en marcha diferentes planes de formación del profesorado. Actualmente han recibido la formación básica la mitad de los maestros de educación especial.
Si cada niño / a tiene unas necesidades personales, ¿Cómo se puede hacer una educación inclusiva universal? ¿Cómo se personaliza esta inclusión?
El secreto está en empezar bien temprano desde las guarderías. La mirada del niño son las gafas que todos deberíamos ponernos. Si desde bien pequeños se empieza, al final absolutamente todo se normaliza. Como más grandes se hacen más difícil es esta normalización.
¿Se puede mantener la inclusión en todas las etapas educativas? ¿Cómo?
Si partimos del grupo de referencia, se puede ir más allá del aula y del grupo de edad. También se tiene que tener en cuenta toda la escuela, las posibles interacciones y situaciones de aprendizaje que se pueden producir.
En este sentido, es importante tener presente que la enseñanza obligatoria es también la ESO. La calidad de la transición interetapas es esencial en la vida de cualquier niño/a, y muy positivo si el alumno va acompañado de los compañeros habituales de la Primaria.
¿Cómo funciona la escolarización compartida entre escuela ordinaria y centros de educación especial?
Es evidente que los centros de educación especial, en el marco de la LEC y de la tradición pedagógica en nuestro país, deberían tener un papel capital para avanzar con firmeza hacia una escuela que responda a las necesidades educativas de todo el alumnado.
Estos espacios son un activo que no puede retraerse del proceso ni se puede ver conformado a unas prácticas de escolarización compartida en horario lectivo. Estos mantienen, con toda la buena fe y bondades del mundo, un modelo excluyente, discriminatorio y a veces pedagógicamente perverso. Y que además, merma capacidades de respuesta y procesos de cambio dentro de la escuela ordinaria. En la mayoría de casos es impensable la aplicación en el caso de los alumnos sin discapacidad.
Y a nivel económico, ¿poner en marcha este nuevo modelo educativo es posible?
Siempre serán necesarios más recursos, sin embargo, hay más cursos que recursos humanos. Esto provoca humanos con grandes recursos, y con necesidad de irse formando y preparando continuamente.
En los años ochenta, se diseñó toda una arquitectura de apoyo a las escuelas que, por aquel entonces, eran integradoras, con maestros de educación especial, EAP, etc.
Tenemos una gran red a rebosar de conocimiento. Ahora hay que activarla y gestionarla con altas dosis de eficiencia y efectividad.
Recientemente el Comité sobre Derechos de las Personas con discapacidades de la ONU ha sacado un informe en el que denuncia la violación sistemática que se produce en España sobre el derecho de los alumnos con discapacidad a recibir una educación inclusiva y de calidad. ¿En Cataluña qué dicen los colectivos con alguna necesidad especial – discapacidad? ¿Realmente se sienten incluidos?
El papel lo aguanta todo, pero ahora hay que cambiar actitudes y poner en marcha todo el potencial de conocimiento que existe en el mundo educativo para hacer avanzar este Derecho.
Mar Domènech Bert
De Mamás y De Papás
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