“Hay un largo camino que es mejor recorrerlo con ayuda y contención”

La psicóloga Leonor Wainer trabaja desde hace 30 años en la asistencia terapéutica a personas que buscan adoptar un hijo. Primero empezó en su consultorio pero luego, cuando vio que era creciente el número de individuos que acudían en busca de ayuda para transitar el proceso de adopción, fundó Anidar, una organización civil que promueve el derecho de los niños y adolescentes a crecer en una familia.

Diialogamos con la especialista para conocer las idas y vueltas del camino que recorren las personas que desean adoptar un hijo, que no solamente está poblado de trámites legales sino también de una serie de estados de ánimo tan angustiantes como felices.

Según destacó la profesional “el nuevo Código Civil que rige desde el 2015 agilizó bastante los trámites de adopción pero aún falta mucho por hacer porque el gran problema que tenemos son los tiempos, que no son los mismos para la Justicia que para un niño que espera una familia”.

¿Cuándo y cómo nació Anidar?

“Anidar nació por la necesidad que veíamos los psicólogos en nuestros consultorios de asistencia terapéutica a los padres y madres en el proceso de adopción. Desde el momento en que se toma la decisión de adoptar hasta que eso se concreta, hay un largo camino que es mejor recorrerlo con ayuda y contención”.

¿En qué consiste esa ayuda para la adopción?

“Desde Anidar siempre trabajamos con los padres y lo primero que hacemos es trabajar en la prevención de disfunciones típicas en adopciones, tanto en el tiempo de espera como cuando se concreta la guarda y luego la adopción. Cuando se decide adoptar se disparan muchas expectativas lógicas, de cómo imaginan ese nuevo integrante de la familia. En este punto es necesario manejar bien las expectativas para entender que se trata de una persona a la que iremos conociendo con el tiempo y entonces es mejor calmar las ansiedades. Después una vez que se logra la adopción hay que trabajar fuertemente en el encuentro de esas historias que se unen. No se trata de un borrón y cuenta nueva. Trabajar los miedos y las angustias de los futuros padres. Ayudamos a manejar las historias de cada integrante de esa nueva familia, la inclusión del nuevo hijo, las relaciones en la escuela y un sinfín de situaciones típicas de las familias de adoptantes”.

¿Cómo se inicia el proceso de adopción?

“Se inicia cuando los adoptantes se inscriben en un registro que los postula como aspirantes. En ese momento los futuros padres no saben si van a adoptar un bebé o un niño de 10 o de 15 años. Tampoco saben si es nena o varón. Si bien en esa inscripción se pone una edad estimativa después puede ser que el niño tenga otra edad. Es una etapa para trabajar mucho con esos futuros padres porque aquí se genera mucha angustia sobre todo porque hay casos que esperan muchos años”

¿Con los cambios que introdujo el Código Civil se acortaron esos plazos?

“Sí. Según la nueva ley un juez tiene un plazo de un año para declarar el estado de adoptabilidad de un menor de edad. Pero en la práctica se siguen venciendo esos plazos porque primero se busca que el niño pueda quedar o con alguno de sus padres biológicos o con alguien de ese grupo familiar. Y recién después de intentar esta posibilidad, si fracasa, se declara la adoptabilidad”.

¿Cuales son los principales cambios que trajo en materia de adopciones el nuevo Código Civil?

“Entre los principales figura el plazo de un año que tienen los jueces para declarar el estado de adoptabilidad de un menor de edad. Antes no había plazos. Esto está pensado para que los niños no estén institucionalizados durante tantos años y la Justicia acelere sus tiempos con miras al bienestar de ese niño que tiene derecho a crecer en familia. Otro de los cambios es que ahora, cuando los niños tienen más de 10 años, se les pregunta a ellos también si quieren ser adoptados y se tiene en cuenta la opinión del menor de edad en toda la etapa de vinculación y de guarda provisoria”.

Esta cuestión del tiempo que se debe esperar para adoptar un niño es una de las quejas más comunes que se escuchan de parte de quienes que quieren adoptar ¿Por qué pasa esto?
“Por múltiples causas. En principio porque hay muchos jueces que tratan que el niño permanezca con sus padres biológicos, que en general son madres solas o algún miembro de su familia de origen. Por ejemplo si hay alguna tía o abuela que visite al niño, se intenta fortalecer ese vínculo y no se declara el estado de adoptabilidad de ese menor que sigue institucionalizado”.

¿Y después que el juez declara el estado de adoptabilidad de un menor también pasa mucho tiempo hasta que se concreta la adopción?

No. Una vez que el juez decreta la adoptabilidad enseguida se procede a buscar la familia de adoptantes y se empiezan las visitas vinculares y luego la guarda provisoria para terminar con la adopción si todo va bien. Lo que más tiempo tarda es la previa hasta que el juez dicta la adoptabilidad”.

¿Dónde funcionan esos registros para que los padres que quieran adoptar se anoten?

En la ciudad de Buenos Aires las inscripciones se hacen el Registro Único de Aspirantes a Guarda de Adopción (Ruaga) y en el resto del país se hacen en los juzgados de familia. Allí en esos organismos los equipos técnicos hacen las evaluaciones psicológicas y socio ambientales de cada pareja o de cada persona que quiera inscribirse y reciben la documentación para luego anotarlas en la lista de adoptantes si cumplen con los requisitos necesarios. Actualmente ya no es necesario que sea un matrimonio el que se inscriba. Puede ser una persona sola. O parejas convivenciales con más de cinco años de relación. Las modificaciones del Código Civil buscaron ampliar el universo de adopciones para promover la formación de familias dispuestas a recibir un hijo adoptado”.

¿Ese registro para padres adoptantes funciona en cada provincia?

“El Código Civil creó un registro único de adopciones para todo el territorio nacional al que adhirieron todas las provincias. Misiones fue una de las últimas provincias en adherir pero hoy ya están todas las jurisdicciones del país unidas en este registro único de adoptantes”.

¿Y es muy complicado el trámite de inscripción para los padres?

No. El trámite ahora es mucho más sencillo y los documentos que se piden son los básicos como la documentación personal, algún certificado de domicilio, se evalúa que no haya antecedentes penales y también se verifica el tema del ingreso económico. Nada muy complicado de conseguir”.

Daniela Cortés
www.elterritorio.com.ar

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