Padres para hijos

Arranco por el final, el tiempo acomoda, apacigua y demuestra que siempre hay un mañana.

Lleva un poco de trabajo, pero se logra ser familia, ¡si que se puede!

He leído muchas veces, cuando sucede el llamado que esperamos, qué es lo que pueden preguntar.
Arranquemos un poco antes, en la espera. Vamos a tener que comenzar a trabajar los deseos reales e imaginarios.

Tiene que ser un tiempo de preparación real, consciente.

¿Podemos vernos como padres de niños en segunda infancia o un poco más aún ? Ya sabemos que la realidad de los peques arranca mayoritariamente así y en grupo de hermanos.

¿Podemos vernos en sostener vínculos con la familia de origen porque ellos así lo necesitan? ¿Podemos comprender que vienen de otras realidades completamente oscuras, (en la mayoría de los casos), que ni en nuestros peores sueños aparecen? Vamos a tener que luchar con fantasmas más que reales .

¿Podemos vernos ante el constante enojo que puede llegar incluso a dañarse en carne propia porque no saben cómo manifestar lo que sienten?.

¿Podemos vernos acompañando a almas que no han tenido necesidades elementales cubiertas y que no entienden por lo tanto ni de límites ni de excesos?

¿Podemos vernos con la capacidad de entender que no es en contra nuestra la lucha sino con lo que aprendieron ?

¿Podemos acompañar si hace falta un tratamiento con psicólogo, psiquiatra, Psicopedagoga? Vamos a reconocer un mundo nuevo de lenguaje técnico, pero se puede.

Vamos y van a tener que desaprender un montón de cosas para dar el espacio al aprender.

Me parece que siempre hay un montón de situaciones que podemos pensar antes y les aseguro que nos vamos a quedar cortos.

Pensemos todas las alternativas que se nos ocurran, que habrá familia o amigos que nos acompañen en silencio como también los que lo hagan en voz alta y tratando de abrirnos los ojos porque no estamos siendo del todo “razonables”, si también están esos sin dudas. Hay que se fuertes seguros y a la vez flexibles.

En mundo va a cambiar, va a ser un antes un durante y un después , porque es la vida misma, la única diferencia es que partimos ahijando vidas con historias que no nos pertenecen pero las vamos a hacer propias para crecer en familia.

De eso se trata, de formar vínculos y ser familia en construcción constante, en definitiva:
Ser padres para hijos no hijos para padres .

Lorena Silvetti
https://serfamiliaporadopcion.org

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