«Tenemos niñas de 14 años embarazadas que no saben quién es el padre del bebé»

ninopobreCuatrocientos treinta menores están institucionalizados en centros del Principado, de los que 75 son extranjeros.

«Tenemos niñas de 14 años embarazadas que no saben quién es el padre del bebé. Están entre dos o tres posibles candidatos». Ese fue uno de los datos ofrecidos por Vicente Fernández, uno de los educadores de la Asociación Centro Trama, por la que pasan anualmente alrededor de 400 chavales derivados por la consejería liderada por Graciela Blanco o por los servicios sociales municipales y que organizó sus XII Jornadas de Infancia y Adolescencia en Riesgo Social en el Auditorio Príncipe de Oviedo.

A Vicente Fernández muchos de esos adolescentes con problemas lo llaman ‘Hermano Mayor’ o ‘El payo que manda’, pero, como explicó él mismo, mientras que el famoso programa de televisión en el que un exdeportista se ocupa de encauzar la vida de jóvenes con problemas resuelve la cuestión en apenas una semana, para los 35 profesionales de Trama es una tarea de más de un año.

En total, según las cifras que maneja el director general de Políticas Sociales, Enrique Rodríguez Nuño, en Asturias hay 430 menores institucionalizados en los ocho centros que gestiona directamente el Principado (75 de ellos, extranjeros), a los que hay que sumar los centros concertados, aquellos gestionados por entidades privadas sin ánimo de lucro como Trama.

La asociación desarrolla, por ejemplo, el programa de ‘Menores infractores sin responsabilidad penal’, del que se ocupa Vicente Fernández, quien dibuja un perfil claro de los chavales que ingresan en el centro que Trama tiene en la parroquia gijonesa de Roces: «Llegan alrededor de los 12 o 13 años, pero los delitos ya los cometieron con 10 u 11».

Y, «contra lo que se piensa, que la mayoría son extranjeros», todos los que llegaron este año son españoles y su lugares de residencia, fundamentalmente, Gijón y Oviedo».

Esos menores que no aún no tienen edad para ingresar en Sograndio pero que son capaces huir de la Policía al volante también se caracterizan, según contó Ángel Rey, responsable de Trama, porque, al igual que ellos se han quedado estancados en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), «el nivel formativo de sus padres también es muy bajo». Y la prueba es otro ejemplo ofrecido por Vicente Fernández, el de un adolescente de 14 años que vive en Gijón: «Le dijimos que tenía que ir al instituto y se resistía contra viento y marea. Hasta que, al final, fue y ese día nos llamó un director diciendo que se había presentado un alumno que no estaba allí escolarizado. Es decir: no sabía ni a qué instituto iba».

Los consumos de drogas como tabaco, alcohol o cannabis y los problemas mentales asociados también son la tónica habitual. Y la desinformación, señaló Ángel Rey, muy vinculada al descuelgue del sistema: «Parece que vivimos en una sociedad con mucha información, pero, en el caso de esas niñas que son madres, también hay información de mala calidad, como que al hacerlo la primera vez no te quedas embarazada. Siguen vigentes las falsas creencias que ya tenían nuestras madres».

A. Villacorta
www.elcomercio.es

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