“Si lloras no te voy a hacer caso”: estos son los riesgos de anestesiar emocionalmente a los niños
Los padres deben favorecer la alegría de los niños, pero sin tratar de encontrarla donde no tiene cabida. Estar contento está sobrevalorado
Vivimos en una sociedad caracterizada por la rapidez, el hedonismo, la competitividad y la huida despavorida de las emociones desagradables. Parece que emociones como el miedo, la rabia o la tristeza nos queman y no tienen el estatus del que goza la alegría. Frases como “si lloras no te voy a hacer caso”, “tampoco es para enfadarse tanto” o “no tengas miedo porque los monstruos no existen” son algunos de los muchos ejemplos que escuchamos diariamente y que demuestran lo incómodas que nos hacen sentir las emociones de defensa. Todos los adultos que estamos alrededor de los niños y adolescentes, seamos madres, padres, maestros o profesionales, queremos que crezcan sanos y rodeados de situaciones positivas. Y está bien que busquemos la felicidad de nuestros hijos y tratemos de que la emoción que más aparezca en sus vidas sea la alegría. Ahora bien, me vais a permitir que os diga que, desde mi punto de vista, está bien que favorezcamos la alegría en nuestros hijos pero sin tratar de encontrarla donde no tiene cabida, donde nadie la debería esperar. En mi humilde opinión, la alegría está sobrevalorada, y os explicaré por qué. Read the rest of this entry »
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