¿Por qué no me quiso? La verdad detrás de cada historia de adopción
Parece increíble cómo ha volado el tiempo. A veces tengo la sensación de que siempre vivimos el mismo momento, como en aquella película de Bill Murray. Y otras, cuando al abrazar a mi pequeño tengo ya que ponerme de puntillas, me parece que alguien se ha llevado sin permiso los últimos diez años.
Pero la realidad se impone. Mis niños ya, empiezan a dejar de serlo. El mayor, sumergido de lleno en la adolescencia, navega por ese proceloso mar de inquietudes y desasosiegos que nos llevan y nos traen a todos como los cayados de las playas en plena marea. La pequeña, con su cuerpecillo de sirena, su elegante manera de sentarse distraidamente a mirar sus series favoritas comenzando a ver el mundo desde otra perspectiva, haciéndose preguntas, reconociéndose y reconociéndonos una vez más. Y nosotros, que a veces nos miramos, cuando nos queda tiempo, y nos sorprendemos de vernos con esas canas nuevas, esas arrugas que antes no eran nuestras.
¿Cuántas vueltas hemos dado ya en esta noria adoptiva que nos hace pasar una y otra vez por los mismos lugares? Creo que en esta atracción estaremos subidos para siempre. Pero como dicen por estos lugares…»tú compraste esta cuchara…¡Ahora come con ella!». El sarna con gusto no pica de toda la vida, vamos. Read the rest of this entry »
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En 1978 fui adoptada en Corea del Sur por una pareja de cristianos blancos en los Estados Unidos. Como yo, miles de niños coreanos han sido enviados a hogares en todo el mundo desde el final de la Guerra de Corea. En 2010, cuando viajé a Corea del Sur por primera vez desde mi adopción, me di cuenta de que la «patria» que conozco en los Estados Unidos, la que me «rescató» hace 40 años, me ha quitado la mía propiamente dicha.
En distintos países se ha replicado esta práctica para evitar la muerte de menores tras su abandono. Consiste en incubadoras acondicionadas y con temperatura regulada que alertan en menos de cinco minutos la presencia de un bebé abandonado.
Lo que sigue es la traducción del principio del documento “Mission Impossible: Succcessful Foster/Asoptive Parenting” de Judy Littlebury and Dave Ziegler, Ph.D y que puedes descargar (en inglés) en la página de la institución “Jasper Mountain. Hope for Children & Families”.
Interesante estudio realizado en Estados Unidos sobre la calidad de las relaciones de apego entre bebés-niños y sus padres, así como sobre las consecuencias en el tiempo.
No cambiar de barrio y que las viviendas de los padres estén cercanas entre sí favorece la convivencia con los hijos tras una separación
Los expertos exigen a los progenitores que jamás conviertan a los menores en arma arrojadiza por el riesgo de que sufran estrés, culpabilidad y angustia
Jean Piaget fue un psicólogo, epistemólogo y biólogo suizo que generó un gran aporte al estudio del desarrollo cognitivo de la infancia.
Contar con un profesional de la categoría de José Luis Gonzalo Marrodán, que no sólo entiende el sufrimiento infantil que provocan los malos tratos, si no que “acaricia” cada día el trauma y ayuda a repararlo, es un privilegio que no te puedes perder.
Todos los niños y niñas tienen derecho a criarse en una familia que le proporcione un ambiente de afecto y seguridad moral y material, según reconoce la Convención sobre los Derechos del Niño. La posibilidad de vincularse a un adulto de referencia con un apego seguro es una necesidad básica para el desarrollo del menor. Sin embargo, algunos menores encuentran más dificultades para poder crecer en familia. En los casos de niños que se encuentran a la espera de ser adoptados, los niños que padecen alguna discapacidad o necesidades especiales, los grupos de hermanos, los niños mayores de ocho años, de otra nacionalidad, cuentan con especial dificultad para encontrar una familia, ya sea de adopción o de acogida. Kadushin (1962) acuñó la expresión “hard to place children” (niños difíciles de colocar) para referirse a estos menores cuyas circunstancias hacen más complicado hallar una familia de adopción.